CAPITULO 116

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Gordo observaba a Jack de reojo, mientras este caminaba a su lado, Jack sonríe de medio lado cada vez que lo miraba y se aguantaba la risa, cuando recordaba como el brujo le dijo que no podía contar nada de lo que había pasado a nadie.

-Te mataré, si sigues burlándote de mí, mocoso insensato. – Jack cubrió su boca con la mano y asintió. – Puedo verte, aunque te escondas detrás de mí.

-Lo siento, señor Livingstone. – Jack apretaba los labios para evitar seguir riéndose. – No me estoy burlando. – mintió.

-Puedo hacer que empieces a arder en pocos segundos. – entrecerró los ojos. – No tientes a tu suerte. – asintió. – Este idiota... - gruño molesto, mirando las huellas que habían en suelo. - ¿Dónde se ha ido? – Jack se encogió de hombros.

Gordo vio como Jack se mostraba un poco confundido a su lado, el pequeño aprendiz caminaba a su lado en silencio, controlando la distancia entre ambos para no molestarlo. Cuando veía que daba unos pasos más que Gordo se quedaba quieto y lo esperaba en silencio. Se dio cuenta de que se sentía demasiado asustado, y usaba la pequeña broma que le había hecho para calmarse.

-¿Tienes el arma para protegerte? – señalo su cadera. – No la vuelvas a usar sin pensar, Mark casi se queda sin pelotas por tu culpa. – Jack agacho la cabeza avergonzado. – Ten más cuidado la próxima vez, y no se te ocurra separarte de mi lado.

Jack se tensó cuando escucho que algo se movía detrás de ellos, apoyaba su mano sobre la pistola que le había dejado Bambie, mientras veía lo que hacía Gordo, el brujo se había quedado quieto y con los brazos cruzados, observando el movimiento entre las ramas, suspiro molesto al ver que lo estaban intentados asustar.

-Los niños se esfuerzan más que tú. – Jack trago saliva y se escondió detrás de Gordo. – Te puedo oír Mark. – puso los ojos en blanco. – Puedes salir o harás que el niño se mee encima.

-Señor Livingstone, nunca haría algo como eso en un lugar como este... - respondió con timidez, usando a Gordo como un escudo, por si acaso. – No estoy asustado, solo le estoy protegiendo, cubro su espalda, señor Livingstone, por si acaso...

-Mark, deja de jugar al cazador, no estás con los gemelos. – el lobo rio, asomándose poco a poco. – Este no es el momento para jugar. – Mark agacho la cabeza. - ¿Por qué estabas escondido ahí?

Mark gruño como respuesta, acercándose a Gordo poco a poco, Jack se sintió aliviado de ver que no era ningún enemigo, aunque se sintió un poco ofendido al escuchar como el lobo se burlaba de él, aún no entendía cómo era posible saber cuándo se estaban riendo.

-¿La niebla también te ha atacado? – Mark asintió. – Saliste corriendo detrás de una sombra ¿Sabes quién era? – Gordo entrecerró los ojos. - ¿Cómo que no recuerdas nada? Saliste corriendo cuando la niebla estaba cerca de nosotros.

Jack intercambiaba la mirada entre Gordo y Mark, el lobo gruñía para responder al brujo, y él lo entendía. Jack intentaba averiguar lo que se estaban diciendo, mientras fijaba su mirada en el lobo, podía escuchar la voz de Gordo, pero no los pensamientos de Mark, se estaba perdiendo parte de la información.

-Atacaste un árbol pensando que era mi padre. – Gordo puso su mano sobre su frente y suspiro. - ¿Qué pesabas hacer? ¿Luchar a solas contra una bestia? – Mark evito asentir. – Y empezaste a seguirnos, al oir la voz de Jack ¿Por qué no viniste a buscarnos antes?

-¿Pasa algo malo? – el brujo negó con la cabeza. - ¿Por qué está enfadado con el señor Bennett?

-Mark... - el lobo se sentó. – Mi padre lleva más de dos años muerto ¿Cómo ibas a luchar contra él y solo? No te acuerdas lo que hizo con Carter y Gavin. – Mark bufó. – Aileen ha usado su miedo para atacarlo en sueños. – le explico a Jack.

La maldición de la magia mística lunar (fanfic saga green creek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora