CAPITULO 113

32 3 10
                                    

Gordo sentía como su piel erizaba a medida que se acercaba al pueblo, la sensación de que estaban quebrantando sus barreras lo cabreaba. Podía sentir la magia de Aileen a través de los poros de la tierra, Mark mantenía la espalda tensa mientras caminaba pegado a Gordo. La manada se había dividido en diferentes puntos, para poder atacar. Todas las personas vulnerables habían sido avisadas a tiempo para que se escondieran y los cachorros estaban en un lugar seguro.

Aun así, Gordo sentía algo confuso, su pecho cosquilleaba de forma extraña, al igual que cuando abrazaba a Gareth, era agradable pero lo distraía demasiado, gruño molesto masajeando su pecho para poder eliminarlo. Pero aquella sensación seguía en su interior, Mark lo miró preocupado al ver que caminaba cada vez más despacio.

-Estoy bien. – el lobo sobo el vientre de su compañero con la cabeza para asegurarse. – Hay niños delante, no seas así... - Jack cubrió su rostro avergonzado. – No es nada malo. – Mark entrecerró los ojos.

-Señor Livingstone... - murmuro Jack, tomando una ligera distancia de precaución. – Si se encuentra mal, yo puedo ayudarlo. – sonrió con timidez. – Me enseñaron como...

-Estás asustando al niño con tus gruñidos. – se quejó Gordo. – Mark, comportante. – el lobo asintió. – Olvida todo lo que te haya enseñado Aileen, seguramente no sirva para nada.

-Pero... Señor Livingstone.

-Si te atacan defiéndete con todo lo que sepas. – Jack entrecerró los ojos sin comprender. – Si tienes la oportunidad de atacar, no pienses demasiado y si sientes que no eres capaz de hacer nada de eso, escóndete en algún lugar. Luego si nos acordamos, te buscaremos.

Mark podía notar a su compañero algo enfadado con Jack, Gordo estaba preocupado por él, pero no quería decírselo, que lo hubiese retado segundos antes de salir a la batalla lo había molestado demasiado. Sabía que Gordo se había contenido al regañarlo, y si hubiese tenido más tiempo habría logrado convencerlo. El brujo también había pensado en la posibilidad de empujarlo para que cayese en el bunker, pero los cachorros estaban demasiado cerca y se negaba a hacerles daño. Así que, su decisión había sido molestar a Jack por no haberle hecho caso. Gordo entrecerró los ojos al escuchar reír a Mark.

-Si un lobo te ataca directamente usa esto. – Gordo le tendió una bolsita llena de polvo de plata. – Con esto crearas una pequeña distracción. – le entrego una pistola. – Las balas están cubiertas de plata, ten cuidado.

-Sí, señor Livingstone. – sonrió con ternura.

-No estaré pendiente de ti, si te hacen algo tendrás que apañártelas por ti mismo. – Jack se quedó quieto. – Si te quedas sin balas, no será mi problema, esa arma pertenece a Bambie, así que cuídala bien.

Gordo sintió como Mark golpeaba su cabeza en su muñón, el brujo bufó enfadado, mientras seguía hablando con Jack. El lobo lo observaba con los ojos entrecerrando, escuchando como estaba mintiendo sistemáticamente a Jack, y él se lo estaba creyendo todo, Mark se controló para no reírse, si hacía enfadar a Gordo más de lo que estaba, lo pagaría con él.

-Jack... - el brujo lo miró con miedo, en su cabeza cabía la posibilidad de que Gordo le quisiera golpear de verdad. – Tu seguridad es importante, si ves que no puedes con ellos escóndete, no te arriesgues demasiado, aún eres demasiado joven e idiota. – suspiro cansado. – Tienes que crecer y convertirte en un idiota por completo, nada de hacerte el héroe para sorprender a nadie ¿lo entiendes?

-Señor Livingstone ¿y si usted está en peligro?

-Mark me protegerá. – apoyo su mano sobre el hombro de Jack. – No cometas ninguna locura, ni siquiera para protegerme a mí, ya que no voy a agradecértelo. – Jack miró a Mark de reojo. – Si quieres formar parte de la manada, tienes que confiar en nosotros. – Jack hizo una pequeña mueca. – Rescataremos a tu hermana, y salvaremos a todos los cachorros que estén en las garras de Caswell, eso te incluye a ti.

La maldición de la magia mística lunar (fanfic saga green creek)Where stories live. Discover now