El poder de las palabras

Lealtad

Quiero pasar mi tiempo a tú lado, incluso podemos ir a algún lago, deseo con fervor tener la alegría, que me da la valentía.

Ese efímero sentimiento de valor, que viene cuando es mejor, danzante sobre llamas ardientes, pues como el fuego vamos pacientes.

La fidelidad es algo de lo que hay que hablar,
Pues en estos tiempos su esencia rompe cualquier hogar,  ¿Por qué  romper a las personas con una traición? ¿Acaso eso les causa emoción?

Ver a alguien romperse de dolor,  en verdad es lo peor, sentimientos encontrados, y esos valores que parecen extraviados.

Cuando empezamos a conocer a la gente, no sabemos lo que hay en su mente,  muchas veces creemos que habrá lealtad, en lugar de eso solo hay maldad.

Los animales conocen la lealtad, y es con los que hay más afinidad, desde los seres humanos conocieron la maldad, en el mundo ya no hay igualdad.

El respeto es lo principal en cualquier relación, y aún así muchos prefieren de ese valor perder la noción, el tiempo se pasa volando, realmente pocos logran pasarlo amando.

Es más importante la riqueza o la aventura, a los seres humanos nos hace falta un poco de cordura, no vale ser malvado por placer, es mejor a la gente buena conocer.

No todo en este mundo es alegría, pero tampoco todo es agonía, despertar pensando en el mañana, o talves en las noches de insomnio en lo que uno falla.

Nuestra mente nos traiciona, asta que noestro cúmulo de emociones  erociona, ver sufrir a alguien y no hacer nada, te hace uno más de toda esa camada.

Distinto es cuando quieres bien, aún mas cuando te quieren también. El fervor de poder volar acompañado, y por esa persona por fin ser amado.

Que esa persona sea leal, ante las leyes morales es legal,  no busquemos complaciencia, mejor ayudemos a mejorar nuestros valores con paciencia.

Soy una persona con pensamientos que se podrían determinar antiguos, estos también pueden ser ambiguos. Mi dulce momento de felicidad, comenzó cuando mis padres me hablaron del valor de la lealtad.