Capítulo 11. Charlemos

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POV Ainhoa

Notaba a Luz ausente en la cocina. La había pillado un par de veces removiendo una salsa mientras miraba fijamente a la pared. Desde que la había dejado el domingo en el hotel, no habíamos vuelto a hablar, si sobre el trabajo, ni sobre... nada. Cada día que pasaba se me hacía más difícil ocultar que quería conocerla y cualquier unidad de tiempo a su lado se me hacía corta.

Tampoco estaba yo muy fina en la cocina, tenerla cerca me desconcentraba, no mucho pero mi trabajo requería de decisiones, programación y en fin, era la chef, tenía un grupo de personas a mi cargo y se merecían un cien por ciento de mí. Sentía que no estaba siendo capaz, al menos no sin hablar con Luz de lo que había pasado aquella noche. Aunque más que el beso, fue el domingo que pasamos. No hicimos gran cosa, comimos juntas, vimos una pelicula y dimos un paseo por la playa. Pero se sentía tan bien.

Me contó cosas sobre su infancia, cómo su hermano y ella se metían constantemente el uno con el otro, pero que le quería con locura, y eso se lo podía ver en sus ojos. Me contó la relación que tenía con sus padres y con su abuela, cómo era su pueblo y lo que Pepe significaba para ella, todo un mentor.

Aquel día me permitió conocerla un poco más y no podía sacarme de la cabeza que quería otro día con ella. Una cita, una comida, algo pero que fuese lejos de esta cocina. Aterricé cuando Andrés entró en la cocina.

—Ainhoa, ¿tienes un momento? —Asentí. Dejé lo que estaba haciendo y limpié mis manos en le paño que colgaba de mi delantal. Le seguí hasta su despacho.

—Dime —observé que se sentaba en la silla de su despacho y me ofrecía sentarme al otro lado.

—Vienen Navidades —asentí — ¿Conoces el programa de televisión "A la carta"? —me quedé pensativa, me sonaba muchísimo pero no tenía mucho tiempo para dedicar a ver la tele.

—Me quiere sonar...

—Es un programa en el que varios críticos visitan varios restaurantes y les ponen nota. El precio, la calidad, la carta, estancia, atención... Todo. Los comparan y todo esto lo emiten —¿A dónde iba a parar esta conversación? —Van a hacer un especial de navidad —Andrés se frotaba las manos, quizás por le frío. —Y quieren que el Alluitz sea uno de esos restaurantes que van a visitar. Habrá que diseñar un menú para unas seis personas, asequible pero fino. Será el que serviremos en los días de nochebuena y navidad. Este año no abriremos en nochevieja ni año nuevo. —Fruncí el ceño. Andrés nunca había cerrado en año nuevo. Tendría sus motivos.

—Vale, eso está hecho, luego me pongo a crear el menú. ¿Quieres que haga alternativas para alergenos o intolerancias? Igual hay que añadirle un pequeño plus, algunos ingredientes podrían elevarnos el coste, pero atendiendo las demandas de las personas que en otros restaurantes quizás no se vean tan comprendidas, podríamos ganar puntos y clientela —Andrés chasqueó la lengua.

—Me gusta como piensas... Si se te ocurre algo más, me mandas un mensaje. —Se levantó de la mesa y yo hice lo mismo. —Lo estás haciendo bien Ainhoa —asentí agradeciéndole con media sonrisa. Siempre se agradecía que valorasen tu trabajo. Andrés recogió sus cosas y me cedió el paso a la cocina.

—Pablo —llamé a uno de los cocineros. Al levantar la vista le vi con las gafas de buceo puestas. —¿Pero que llevas? —le pregunté extrañada intentando no reírme.

—Es que así no lloro... —En el fondo era práctico.

—¿Te encargas de esto?— Señalé la zona de emplatado. Dejó de dorar la cebolla para pasar al sitio donde le había mandado. —Luz —llamé a mi pinche, se giró para mirarme, pero el contacto de sus ojos con los míos duró un segundo escaso, retiró la vista como si le quemase. ¿Qué estaba pasando? —¿Le echas un ojo a la cebolla mientras se reducen las salsas? —asintió. —Cuando acabemos te veo en mi despacho, ¿Vale?

Bajo La Lluvia [Luznhoa]Where stories live. Discover now