Capítulo 16. El viaje

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POV Ainhoa

La cantidad de trabajo en el restaurante tras la emisión del programa había sido desproporcionada, no solo no tenía a penas tiempo de descansar, incluso doblábamos turnos con su correspondiente pago, claro estaba. La visita de mis padres y de los de Luz la disfrutamos muy poco por desgracia. Pronto la Familia Lasierra volvió a Vera, en cambio mis padres se habían quedado en casa, cosa que agradecía al llegar, ya que tenía compañía. Luz seguía en el hotel, y lo había agradecido por que digamos que mis padres no eran los más discretos del mundo y la convivencia con ellos fue especial, por denominarlo de alguna manera.

Flashback

Escuché un grito que provenía del baño del pasillo, salí de mi habitación y me encontré una escena cuanto menos cómica. El padre de Luz, Javier con la toalla por la cintura con los ojos completamente desorbitados mirando hacia el interior del baño.

—Joder Javier ¡Que susto! —reconocí la voz de mi padre dentro del baño.

—Perdóname Julen de verdad, que pensaba que eras Silvia —se disculpaba mi suegro. Luz se encontraba abajo con su madre, preparando la cena y al escuchar el ajetreo subieron por las escaleras para toparse con la escena.

—Pero ¿Qué ha pasado? —pregunté curiosa, tapándome la boca con la mano para evitar una carcajada un poco fuera de lugar. Tras la pregunta dirigí mi mirada a Luz que, agarrada al brazo de su madre, en la escalera, observaba la escena sin entenderla.

—Pues que pensaba que dentro de la ducha estaba mi mujer, ¡Silvia! —la llamó.

—Estoy aquí, no grites —dijo la mujer desde dos peldaños mas abajo que su hija.

—¿Tú no me has dicho que te ibas a la ducha? —Javier Romaña estaba buscándole una explicación, con seis personas más mirándole, era incómodo pero cómico a la vez

—No Javier, a la cena, me iba a hacer la cena. Pero si te lo he dicho tres veces —se llevo una mano a la cara.

—Papá, creo que va siendo hora de ir a GAES —dijo Luz riendo, quitándole un poco de hierro al asunto.

—Javier hombre, pero podrías haber preguntado, dicho algo... no sé. Que violento —musitó mi madre apoyada en el marco de la puerta de su habitación.

—Bueno, yo creo que ya está, ¿No? Ale, me vuelvo a la habitación. Julen, cuando estés me avisas por favor —El padre de Luz nos miró a todos y chascó la lengua. Mi aita perplejo, sin haber podido decir una sola palabra solamente se asomaba por la cortina de la ducha con el pelo lleno de espuma y los ojos rojos por el jabón. Ama le cerró la puerta y cada uno volvimos a lo que estábamos haciendo.

—¿Se van a quedar mucho? —me preguntó mi madre al volver a su cuarto tras haberle cerrado la puerta del baño a mi padre.

—Ama, a ver eh... Que ha sido un accidente, y ha estado muy gracioso ¿o no? —mi madre hizo una mueca. —Admítelo —le susurré con una gran sonrisa, terminó sonriendo.

—Pixka bat eh —apreté su hombro con cariño. Intentaríamos que no volviera a pasar. —¿Bajamos con Luz y Silvia por si necesitan ayuda? Si no, nos tomamos una copita de vino, ¿te parece? —Asentí y la seguí a la planta de abajo.

Al llegar estaban Luz a los fuegos y su madre preparando los alimentos para preparar un salteado de espárragos trigueros con revuelto de setas para cenar. La planta baja olía que daba gusto.

—¿Qué bien huele no? —dije acercándome a Luz. Ésta sin decir nada, cogió una cucharilla y cogiendo un poco del revuelto de setas me dio a probar.

Bajo La Lluvia [Luznhoa]Where stories live. Discover now