Bajo La Lluvia [Luznhoa]

Capítulo 14. Entre salsas

POV Ainhoa

Clara: ¿Qué tal ha ido la grabación?

Mentxu: Eso cuenta, que nos has tenido en vilo todo el día. Es el Patxi este, ¿tan majo como parece?

Ainhoa: Se llama Koldo, no Patxi tía jajajaja Si bueno, me habría gustado darle con todo el puño en la presentación, que parece que cocina Andrés, pero en fin...

Mentxu: Bueno si ese

Ainhoa: Podría ser peor, la verdad. El que peor me cae es el director

Clara: Anda, ¿y eso por qué?

Ainhoa: Nada, cosas de detrás de las cámaras.

Y es que no pretendía decirle por mensaje en un grupo en el que también estaba Mentxu, que estaba liada con Luz. Mentxu tarde o temprano se iba a acabar enterando, ella era así, pero claro, era algo que tendría que hablar solamente con Clara.

Estaba sentada en la cama del hotel de Lux, con una almohada entre el cabecero de la cama y mi espalda, mientras que Luz cenaba el Sushi que le quedaba y veía algo en la televisión. Me encantaba esto con ella, no sabía muy bien a donde nos estaba llevando, pero solamente compartir la misma habitación se estaba convirtiendo en uno de mis nuevos hobbies preferidos.

—Voy a quedar con tu tía —le dije suavemente, observándola para ver como reaccionaba.

—Vale, ¿Cuándo? —se giró para mirarme. Llevé mi mano a la boca, gesto que hacía cuando me ponía nerviosa o pensativa.

—Pues no sé, ¿Mañana? —La morena chascó la lengua.

—Tú la conoces más que yo, es raro... ¿Cómo crees que se lo va a tomar? —Me encogí de hombros.

—Pues no sé Luz... —Hice una mueca con los labios —A ver, tu tía con lo de que me gusten las mujeres no tiene ningún problema. Bueno ni conmigo ni con nadie... Ya me entiendes. Pero no sé cómo le puede sentar que tú y yo... —Comenzaba al verborrea que me invadía cuando me ponía nerviosa, muy nerviosa. —Pues tú y yo, no sé. O sea, sí sé, tengo claras algunas cosas. Algunas, me refiero, o sea... Contigo. Yo quiero estar contigo si tú quieres. Y bueno, tu tía... al final tendrá que entender que somos mayorcitas y que podemos hacer lo que queramos, ¿No? Además, no le debo explicaciones, pero sí. O sea, no le debo, pero siento que le tengo que decir que estamos juntas. Aunque no lo estemos. ¿Estamos juntas?

Así, sin desinfectar, sin quitarle las espinas. Le había servido a Luz un trozo de rape con todas las espinas del mundo y sin avisar. Lo que en realidad fueron, seguramente, cinco segundos a mí se me hicieron eternos. Luz suspiró y apartó la atenta vista que tenía en mi para fijarla en algún punto de la cama que parecía que fuera más interesante que mi cara de "creo que la he cagado, ayuda".

—Podemos ser lo que tú quieras. Ya te lo dije —Ahora sí que me miraba, además me sonería. Con esa sonrisa que iluminaba cualquier estancia. —Esto que siento Ainhoa, es nuevo para mí. Y me gusta. Y me gustas tú, y tus monólogos, y tus nervios. Sobre todo me gusta como cocinas, y como nos mandas... —Luz se fue acercando poco a poco a mí para acabar depositando un suave e intenso beso sobre mis labios. —¿Pero sabes qué es lo que más me gusta? —no dije nada, solamente la continué mirando. —Que piensas en los demás —relajó su cuerpo y se sentó con las piernas hacia un lado.

—Tu tía nos va a matar... Pero me da igual —Cogí la cara de Luz entre mis manos y deposité un suave beso en sus labios. Luego en su frente, en su mejilla izquierda y después la derecha y de nuevo al principio, pero con más ganas, con más sentimiento y con nombre de "Me da igual mientras sea contigo".