Soy el malo, ¿puedo irme?

Capítulo 20

Bueno, es una pareja de nombre, pero en realidad no es un artículo que solo puedan usar los amantes.

Era solo un artículo con la restricción de que debías compartir uno con tu pareja.

Además, los elementos de pareja generalmente tenían mejores estadísticas que otros elementos de su clase.

Es casi como si compensaran la pena.

"Ja, maldita sea, no me di cuenta de que existía tal restricción".

Geum Myeong-yeol miró los aretes con los ojos llenos de arrepentimiento.

"¿Por qué tuviste que adjuntarlos al artículo de una pareja?"

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A una parte de mí le gustaría metérmelos en los oídos ahora mismo.

Pero había una razón por la que no podían.

"Los artículos para parejas tienen que ver con compartir".

Les gustara o no, los portadores de artículos en pareja tenían que compartir una cosa con su pareja.

Podría ser una habilidad oculta o un título que habían estado ocultando.

Sí, eso fue un problema.

"No puedo simplemente dárselo y decirles que se vayan a la mierda".

No puedo soportarlo porque es un clase S con mucho en qué pensar, y no puedo soportarlo porque en realidad es un asesino que se hace pasar por un fabricante de pociones.

“Ja”.

Una parte de mí quiere dárselo ahora mismo y decirle que abandone mi presencia.

"Si lo entrego, tendré una circunstancia atenuante si resulta que fui yo quien le rompió el pendiente".

Al borrar una deuda, se hace imposible recuperar los errores del pasado.

Fue una gran victoria para mí deshacerme de una amenaza potencial.

Fue una situación problemática en muchos sentidos.

Han Cha-soo dejó escapar un suspiro involuntario y Geum Myeong-yeol suspiró.

"Ah."

El hombre soltó una pequeña risa y puso los ojos en blanco. Sus ojos dorados brillaron a la luz del sol.

En ese momento, Han Cha-soo sintió un escalofrío inexplicable.

"Bien, bueno, hay una manera".

Geum Myeong-yeol murmuró y se levantó de su asiento. Su mirada recorrió a Han Cha-soo mientras sacudía lentamente la cabeza.

Al mismo tiempo, Han Cha-soo se dio cuenta de la fuente del miedo.

En este mundo, los objetos atribuidos perderían sus marcas de atribución y caerían tan pronto como sus dueños murieran.

Así como cazar un monstruo haría que cayera el objeto correspondiente, lo mismo ocurría con un cazador.

“¡…….!”

Sus ojos dorados recorrieron mi nuca y extendió una mano hacia mí.

Cualquiera que sea la pena, Han Cha-soo rápidamente metió la mano en su bolsillo interior y agarró una daga.

Tensó el brazo y estuvo a punto de abrirle la mandíbula a su oponente.

"Puedes venir a nuestro gremio, Han Cha-soo".

Las palabras resonaron en sus oídos.

“…….”

Parpadea, parpadea, parpadea. Han Cha-soo cerró y abrió los ojos lentamente.