Capítulo 73

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"¡Tos tos!"

Me invadió una sensación de vértigo. Sentí como si alguien estuviera agarrando mis intestinos y sacudiéndolos en sus manos.

Como un pez arrojado a la superficie a la fuerza, jadeé.

“Keuk…”

Una pequeña mano temblorosa se agarró al suelo. Los ojos grises se movían astutamente bajo los párpados pálidos.

"Sin enemigos."

Estaba desconcertado, pero no confundido. Ya había pasado por algo similar antes.

"Es como una puerta irregular".

El momento en que se reorganizó el espacio y el cuerpo se torció. Recordando la sensación en ese momento, volví la cabeza.

Suspiré y pasé una mano por mi cabello.

"Esto es ridículo…."

El paisaje frente a mí me era desconocido.

El cielo azul se asomaba a través del techo agrietado. El viento entraba y salía por el enorme agujero de la pared, y el tapiz rojo que colgaba encima ondeaba hecho jirones.

tung-

El sonido de un casco perdido rodando por el suelo resonó en mis oídos.

Esta no era la Corea de la novela en la que me había reencarnado, ni tampoco era un lugar que reconociera de mi propio mundo.

"Es como si estuviera en un cuento de hadas".

Giré la cabeza, presionando mi cabeza palpitante. Ki Tae-yeon yacía muerto bajo la pared medio derrumbada.

"Jefe."

No importa cuántas veces lo llamé, él no podía recobrar el sentido. Revisé el pulso de Ki Tae-yeon. Todavía estaba fuerte.

"Jefe. Ey. Abre tus ojos."

“…….”

"Es la sincronización".

Sospeché que era el resultado de la doble sinestesia que los DevsOps le habían dado para jugar.

"Mmm."

Saqué una poción mientras miraba el rostro del hombre que palideció.

'No puedo apresurarte porque no sé qué va a pasar... Voy a tener que darle una poción.'

Abrí con cuidado los labios de Ki Tae-yeon y derramé el líquido azul. Podía sentir un pequeño aliento escapándose a través del labio ligeramente abierto.

Trago.

Aunque estaba inconsciente, Ki Tae-yeon tomó bien la poción. El instinto de vivir parecía muy poderoso.

"Bueno, ya terminé con los primeros auxilios".

Me tragué el resto de la poción y revisé mi muñeca. Cuando presioné el botón de banda metálica con una pantalla redonda, la luz roja parpadeó.

teta, teta, teta.

Teta--------

“…….”

El silencio me envolvió. Mirando la pantalla desde lejos, me moví hacia Ki Tae-yeon.

El mismo pitido perforó mis oídos.

teta, teta, teta.

Teta--------

Esto lo dejó claro.

La pulsera, que actúa como comunicadora con la sala de control, ha perdido su función.

Soy el malo, ¿puedo irme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora