Soy el malo, ¿puedo irme?

Capítulo 21

"Al menos mis esfuerzos no fueron completamente inútiles".

Con una leve sonrisa en su rostro, Jung Yiheon parecía muy feliz.

Las comisuras de su boca se curvaron suavemente hacia arriba con deleite, como si su arduo trabajo hubiera sido recompensado.

"Para mí vale la pena haber realizado tantos cambios en el contrato para hacerlo más aceptable para Han Chasoo-ssi".

Sus ojos escarlata brillaron a la luz del sol.

Han Cha-soo se quedó sin palabras ante su rostro abiertamente complacido.

Incluso si fue un malentendido que iba a firmar un contrato vitalicio, ¿por qué estaba tan feliz por eso?

"Qué grupo de bastardos de buen corazón son los hermanos Jung".

Dejó su asiento, prometiendo arreglar mi cuerpo de alguna manera, o se aferró a mí, prometiendo devolverme el favor.

Es demasiado bueno para ser protagonista.

Han Cha-soo chasqueó la lengua para sus adentros.

Si hubiera sido el Han Cha-soo original, Jung Yiheon habría recibido un golpe en la nuca.

Para qué es diez veces su antiguo salario, bien podría haber pedido por la vida de Jung Yiheon.

'De ninguna manera.'

En ese sentido, probablemente era bueno que hubiera poseído a Han Cha-soo.

Gracias a esto, viviré y Jung Yiheon no perderá a su hermano...

“Ja”.

Al mirar a Jung Yiheon, que todavía estaba aturdido, Han Cha-soo suspiró profundamente.

“Líder del gremio”.

“¿Sí, Han Chasoo?”

"Lo siento si te confundí, pero no dije que iba a firmar un contrato de por vida".

"¿No lo estabas?"

Los ojos de Jung Yiheon se abrieron cuando se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.

"Pensé que te quedarías en el Gremio Celestial y estarías a mi lado por el resto de tu vida".

Por supuesto que no.

Han Cha-soo sintió una punzada de dolor ante sus palabras. Pero él no lo demostró y continuó con calma.

"No, quise decir que me quedaría en el gremio, como todos los demás".

"Mmm. Es una pena."

Él dice eso, pero parece muy decepcionado.

Pero sólo por un momento. Jung Yiheon asintió, como si no hubiera estado pensando en eso.

"Está bien, está bien, lo entiendo, es bueno para mí que no te vayas".

"Entonces…."

Finalmente renunciará a ese maldito contrato vitalicio.

Han Cha-soo sintió que su corazón daba un vuelco cuando un rayo de esperanza bailó frente a sus ojos.

"En realidad, no importa de una forma u otra, el Gremio de Espíritus Celestiales, incluyéndome a mí, será feliz mientras te quedes".

Que montón de porqueria. Han Cha-soo quedó profundamente impresionado.

“¿Terminaste de hablar?”

Geum Myeong-yeol caminó hacia ellos con arrogancia.

Su gran estructura y sus decoraciones se combinaban para hacerlo sentir como un tigre acercándose.