Soy el malo, ¿puedo irme?

Capítulo 23

Poco a poco se fueron añadiendo frases y el diario poco a poco fue recuperando su normalidad.

"Mmm…."

Han Cha-soo cerró el libro después de leer el diario, que estaba lleno de maldiciones sobre la dificultad de encontrar un lugar donde vivir.

Esto resolvió una de las preguntas que no había podido resolver desde que poseía este cuerpo.

"Se estaba afirmando a sí mismo a través del diario".

Si era un hábito y escribía en su diario como un obsesivo, la secuencia de acontecimientos tenía sentido.

No conozco los detalles, pero parece que el Han Cha-soo original quedó traumatizado por la experiencia de fallar en algo.

"Probablemente tenga algo que ver con el título".

[Títulos: Asesino fallido, Estrella sofocada, Rebelde]

Han Cha-soo miró fijamente la ventana de estado translúcida.

"Pensé que el título Asesino fallido venía de alguna parte, pero no esperaba encontrar una pista aquí".

Bueno, eso no excusó sus crímenes posteriores.

El Han Cha-soo original cometió crímenes por su propia voluntad después de unirse a la organización, y no hubo circunstancias atenuantes.

"Si te lo quitas de encima, vivirás una buena vida..."

Han Cha-soo chasqueó la lengua y recogió el sobre que había sido dejado en el suelo.

Dentro, sacó un billete del tamaño de la palma de la mano y una bola redonda con ojos.

Parece un juguete, pero es algo en lo que gastó medio año de salario.

Se llama 'Libro de garabatos sin fin' y 'Versión Move Anything_Document'.

En definitiva, se trata de una libreta que puedes poner en tu inventario. La otra era una fotocopiadora que copiaría el contenido de esa nota.

"Está bien, comencemos".

Hagamos esto hoy. Los ojos de Han Cha-soo se iluminaron con determinación.

Por supuesto, al amanecer su determinación se había roto.

"Puaj…."

No puede terminar esto hoy. Han Cha-soo se devanó los sesos mientras veía salir el sol en el cielo.

Era sólo un poco más rápido que escribir a mano. Al final, tuvo que transferir el diario revisando cada página, una por una, y finalmente lo terminó después de quedarse despierto toda la noche.

Él parpadeó. Sus ojos rígidos e inyectados en sangre se cerraron de mala gana. Han Cha-soo sacudió la cabeza para aclararla y comenzó a caminar.

"Café…."

Tropezó hasta la cocina.

Ruido seco. El sonido de la campana siguió durante mucho tiempo.

“¿……?”

Su mente aturdida no comprendió de inmediato la situación.

Pero mientras las campanadas seguían sonando, se despertó como si le hubieran golpeado con agua. Se apoyó contra la pared, con el cuerpo todavía pesado por el agua.

"¡Disculpe!"

La voz de un hombre resonó. De hecho, era un visitante. Han Cha-soo entrecerró el ceño.

'¿Quién podría estar buscándome?'

No irrumpió ni rompió la ventana, por lo que parecía un visitante normal…. Eso lo hizo sospechar aún más.