Soy el malo, ¿puedo irme?

Capítulo 36

"¡Maldita sea, Sun-ah, Baek-sun!"

Gritó Baek-dam, pateando el cemento roto. Sus ojos brillaban con una luz amarilla ardiente. El látigo que tenía en la mano brillaba tan caliente como si lo hubieran cortado del sol.

'¿Cuánto tiempo ha pasado desde que comenzó el ataque?'

Hace apenas un momento, había quedado atrapado en un círculo. Había sido activado específicamente para él.

Se había despertado a la tierna edad de dieciocho años y había pasado por toda la batalla prenatal. La fortaleza había establecido un contrabloqueo para contrarrestar el bloqueo de captura.

Baek-dam pudo derrotarlos y recuperar su libertad.

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Aunque, cuando escapó, la fortaleza ya estaba bajo ataque.

"Mierda."

Sólo podía esperar que Sun hubiera entrado en la habitación segura en el momento adecuado.

Mientras Baek-dam escaneaba sus alrededores, tratando de recordar la ubicación de la habitación segura, escuchó un grito en algún lugar.

Fue el grito de Baek-sun.

"B-hermano..."

"¡Sun-ah!"

“¡Uh, qué puedo hacer, Cha-soo, Cha-soo, no respira…!”

Baek-sun caminaba con dificultad, llevando el cuerpo inerte de Han Cha-soo como si fuera un cadáver. Deslizado. El cuerpo de Han Cha-soo se deslizó hacia abajo debido a la falta de fuerza en sus manos.

"¡Ah!"

Baek-dam lo recogió en lugar de su hermano en pánico. Un cuerpo rígido y frío. Los ojos de Baek-dam estaban fríos mientras lo miraba.

Inmediatamente comprendió la situación.

Han Cha-soo se había sacrificado nuevamente por su hermano. Mientras su propio hermano estaba cautivo por un hombre con el que no tenía lazos de sangre.

Baek-dam apenas tragó la sensación de ardor en su garganta antes de hablar.

“Sun-ah, cálmate y usa el objeto. Déjame a Han Cha-soo”.

“Pero, pero, no respira. Está muerto, está muerto. ¡No es como la última vez! ¡Él está muerto!"

"¡Despierta, Baek-sun!"

Fue cuando. Un espeluznante sonido de maniobra sacudió el aire.

¡Kii-ing-!

Decenas de rayos rojos los envolvieron. Baek-sun tragó saliva cuando la carne salió disparada por todos lados, abrazando a Han Cha-soo.

"Joder, de verdad".

Baek-dam sintió que se le calentaba la cabeza.

"Esos bastardos están realmente jodiendo".

No basta con que quieran derribar la fortaleza y acabar con ella, quieren matar a su hermano y a su huésped.

"Ya que has venido con tales intenciones, tendré que desenredar mi cabello y tratarte adecuadamente".

“B, hermano. Esperar…!"

Baek-sun parecía haberse dado cuenta de lo que Baek-dam estaba tratando de hacer.

"Sun-ah, cállate y mantén la cabeza gacha".

"¡Hermano!"

"No hagas ningún sonido".