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CAPÍTULO 104

Con uno de los gemelos en mis brazos y todo el mundo fuera de la casa. Los bomberos inspeccionan la casa. Nos estábamos congelando fuera. Me acerqué a Jason y sopesar la posibilidad de ver donde pasaremos la noche, porque no había manera alguna de que pudiéramos entrar de nuevo. Los bomberos seguían analizando la situación dentro de mi hogar. Sinceramente, estaba muy disgustado, cabreado y confundido con lo que estaba pasando. Cabría la posibilidad de que hubiese sido efectuado por alguien más.

-¿Cómo ha sucedido esto? - dije, sobando la pequeña espalda del bebé por encima de la gran manta polar, que gracias a Ashley nos recomendó. Se estaba inquietando y trataba de calmarlo.

-No tengo idea. Lo más extraño es que fue desde adentro de la casa, hablé con uno de los bomberos y me dijo que la manguera de gas tiene un corte limpio. - me miró, sabiendo lo que trataba de decirme.

-¿Estás tratando de decirme que fue mal intencionado? - dije, entre dientes.

-No quiero dar nada por hecho, pero

-Ya. Entiendo. Necesito que accedas a las cámaras de seguridad. después de la cena. Es obvio que fue después, en todo caso la casa ya hubiese ardido. Quiero la lista de personas.

-Enseguida.

-Jota? Quiero ver a esa persona arrodillada frente a mi. Esta noche hay comida para mis perros. - Aunque parecieran tiernos mis animales recogidos de la calle. Habían crecido tanto, que me había tomado el tiempo para darles un entrenamiento y sabía que Leona era una perra sádica. Pero como la madre de los demás cachorros, ellos seguían el ejemplo de ella.

Los bomberos salieron de la casa, con la noticia que ya sabía que recibiremos. no podríamos entrar a casa en un lapso de 24 a 48 horas, para ser exactos. Claramente dijo, que había sido cortado con algo muy fino.

-Fácil podría haber sido un cuchillo de cocina para carnes, pescados. - dijo Aleksei, lo conocía muy bien, fuimos a la escuela juntos cuando teníamos seis años. Él siempre supuso que me inclinaba hacia la mafia, pero con una empresa legal, bajo las leyes de Frankfurt. Pero él siempre había sido silencioso en cuanto a eso. El guardó silencio, cuando yo encontré a su madre en manos del cartel de Munich. Así que, era un silencio de agradecimiento. Se acercó más a mí, entrando en una conversación íntima. -Conozco que eres un maníaco del control, pero alguien de aquí dentro lo hizo. ¿Estás seguro que conoces a todos ellos? Digo

-Absolutamente. Es la familia de mi esposa, han estado semanas aquí para ayudarnos desde que nacieron mis hijos. - El inquietante cuerpecito en mi pecho comenzaba a gimotear.

-¿Y de tu personal? - dijo.

-Yo - Me hizo dudar de mi personal. Se suponía que si. Se supone que mi personal debe ser de la más absoluta confianza. Pero había dos hombres nuevos, uno recomendado por mi jefe de seguridad y el otro por mi amigo Frank. ¿En cuál de los dos debería de desconfiar?

-Ahí tienes la respuesta. - Antes de darse la vuelta dijo. -Tu bebé tiene hambre.

-Lo sé.

El auto de los bomberos salió de mi terreno. Con mil dudas en cuanto al suceso. Lo más apropiado sería que fuéramos a nuestra casa del bosque a 45 min de camino. Me encontraba tan cabreado que comencé a dar órdenes como un desquiciado.

-Tú. Saca mi auto y las furgonetas. ¡AHORA! - El pobre hombre salió disparado cuando lo hice añicos con mi mirada y mis palabras. - El bebé en mis brazos lloriqueaba del susto. -Lo siento cariño, perdona a tu padre. Le indiqué a mi jefe de seguridad que llamara para que tuvieran lista la casa del bosque en menos de 45 min para todos. -Y necesito al bastardo suplicando por su vida. EN ESTOS MOMENTOS TENGO GANAS DE DESPEDAZAR A ALGUIEN. - le dije, entre dientes para no asustar más a mi hijo. Busqué con la mirada a Cat. Estaba con todos los integrantes de la familia bajo la carpa de los árboles frutales. Fui hacia ellos y la llamé. -Cat. - Me acerqué a todos, pero mi rabia no quería mirar a nadie. Solo salió de mi boca lo siguiente que pasaría. -Nos iremos en furgonetas a la casa de campo. - En ese instante estacionaba mi auto y las dos furgonetas que pedí. -Es hora de irnos, vamos Cat, el auto está listo, evitemos enfriar más a los niños.

Entre sueños y ... ¿mentiras?Where stories live. Discover now