CAPITULO 15

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Aun 25 de marzo...

Desperté dando las 7 y treinta de la noche, mi cabeza dolía intensamente, me sobé las sienes un poco con mis manos. El cuerpo me pesaba, mis músculos parecían atrofiados. Intenté levantarme con algo de rapidez, pero fue un error. Me dio una terrible punzada en el lóbulo frontal y me quejé.

-Oh no, no tan rápido. Recuéstate, aun tienes tu brazo pinchado por una aguja. – me aclaré la vista.

-¿Qué sucedió? – miré a los lados. -¿Scarlett? Esta es su habitación. ¿Dónde está ella?

-Demasiadas preguntas, iremos poco a poco. En cuanto a S, ella está en la ducha, María la ayuda a asearse. No tarda en llegar el Doctor.

-¿El doctor? ¿Para qué? ¿Qué pasó?

-Tranquila.

Dios mío. ¿Qué rayos hicimos? Sólo recuerdo que llegamos ebrias, de ahí en más no. Mamá se fue a la habitación del baño y yo me quedé ahí postrada con una aguja atravesándome al antebrazo. ¿Cuándo es que me pusieron esto? Mi estómago lo sentía irritado, dolía muy sordamente. Estaba nauseabundo, y yo apesto como nunca. Este olor me hacía querer vomitar, cosa que no tenía nada que devolver.

La puerta de la habitación se abrió. Era papá subiendo una charola de metal con platos de comida encima, atrás de él, Asher cargaba una pila de sábanas con una mano y en la otra una pequeña cesta con algunas piezas de pan. Se fijó que estaba despierta y me miró. No supe descifrar que tipo de mirada era esa, no la había visto.

-Has despertado. – poniendo la charola en la mesilla.

-¿Cómo te sientes? - ese era Ash. Colocó la pila de lienzos en el mueble.

-Un poco desorientada. – quiso hablar... Hasta que papá interrumpió.

-Ve por las jarras de agua con suero, AJ. – en un intento de respingo de él, la mirada de Míster Edward lo recriminó, nunca le podías respingar algo si ya había dado una orden. Así que debías acatarla. Sin más, salió a por esa jarra. –Está a punto de llegar el médico, le recibes. ¿Entendido?

-Sí, padre. – Sin más salió.

-Nick vendrá a revisarte y retirarte el suero, mientras puedes decirme si recuerdas algo más...

-Realmente nada, solo que llegamos a casa ebrias. Solo eso. ¿Es malo lo que hicimos?

-Hablaremos más tarde. – en eso se abrió la puerta del baño, salió mi smadre, María y detrás S. Con la mirada al piso. La entendía, ¿cómo se supone que miras a la persona que ha confiado en nosotras y ahora la has decepcionado en un abrir y cerrar de ojos. Padre nos conocía y ahora nos desconocía por nuestro pequeño gran error que no recordaba. Podía ver que no solo su enojo era con nosotras, sino también con J, creo que él sabe exactamente todo lo que sucedió y nos ha encubierto.

Nick, el doctor, entró a la habitación tras Jake y lo hizo pasar.

-Buenas noches. ¿Cómo siguen las chicas? – dio su mano a Ed.

-Que tal, Nick. Al parecer algo desorientadas. - ¿eso era nuevamente reprobación y decepción al mismo tiempo en sus ojos? –Puedes irte, AJ. - Esta vez no rechistó. Se acercó a mí el doctor.

-Las lagunas vienen por la cantidad de alcohol ingerida. Veo que has despertado por fin. – asentí. –Te retiraré la aguja y te examinaré.

Lo hizo con su estetoscopio, el baumanometro, luz para ojos. Terminó con conmigo y siguió con Scarlett, haciendo los mismos pasos. –Bien, ¿han comido?

-Apenas trajimos. – habló papá.

-Entonces, todo está bien, es cuestión de nivelar la presión. Por eso los mareos y debilidad. Por las lagunas, vendrán solas. Dejaré una receta para analgésicos y un breve antibiótico para evitar cualquier infección, Sueros para recuperar la pérdida de líquidos, también gel de magnesio para la irritación de la flora intestinal. Beber mucha agua de sorbos pequeños. Las horas de toma son extensas para evitar más irritación. Consumir frutas y verduras, zumos a excepción de cítricos. Finalmente cambian frazadas y abran las ventanas para que fluya el aire. Si persiste alguna molestia, no duden en llamarme. – entregó la receta al señor de la casa. –Recupérense chicas, y no vayan por ese camino.

Entre sueños y ... ¿mentiras?Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang