xiii. falling again

639 67 33
                                    

Podría parecer mentira, pero no había pasado ni una semana desde que habíamos tenido aquella discusión durante la noche de camping y resultaba que Cook y Effy se habían marchado juntos a saber dónde.

Y no me molestaba para nada, tan solo tenía ganas de pegar una paliza a alguien, y si ese alguien pudiese llamarse Elizabeth Stonem aún mejor. Pues por parte del rubio entendía que no hubiese ido detrás mío tras las últimas palabras que le dediqué, ¿pero de ella? ¿La chica que se había enfadado conmigo por acostarme con Cook? Eso sí me cabreaba.

Literalmente, la castaña estaba siendo toda una hipócrita.

Pero lo peor de todo es que Freddie me había suplicado que los acompañase a él y a JJ en su busqueda, ya que Effy se había puesto en contacto con ellos comentándoles que Cook tenía problemas.

Y esa era la razón por la que me encontraba discutiendo con mis padres en este preciso momento.

— No vas a ir —declaró tajante mi madre.

— Por favor, mamá. Es Effy, mi mejor amiga desde siempre. ¿Cómo no voy a ir a ayudarla?

— Tu madre ha dicho que no —recalcó mi otro progenitor—. Además, no conocemos a esos chicos con los que vas. A ver si van a ser delincuentes.

— ¿Delincuentes? —solté una carcajada sin gracia—. Por favor, si JJ no puede matar ni a una mosca.

La expresión de mi padre me enfundó especial miedo, pero no me achanté ante él. Al contrario, alcé la mirada desafiante en su dirección quién enarcó una ceja al ver mi actitud.

— Lorelai, estás empezando a cabrearme y todos sabemos que eso no te conviene —amenazó él—. No vas a ir a ningún lado, ¿entendido? Ahora, por favor, vuelve a tu habitación.

Iba a protestar pero añadió amenazante— No me provoques.

Apreté la mandíbula reprimiendo la protesta y me encaminé a mi cuarto mientras tecleaba un mensaje en el teléfono dirigido a McClair, en el cual decía que contasen conmigo para su aventura.

🥀

Escapar de mi casa había sido tarea sencilla. No era la primera vez que lo hacía, pues esta misma historia había estado sucediendo desde hacía unos cuantos años. Mis padres jamás me permitían hacer nada de lo que yo quería y por esa misma razón lo hacía a escondidas.

Lo que no estaba siendo fácil era localizar a ambos adolescentes. Pues, a pesar de ser un pueblo pequeño, en el día de hoy se encontraba mucha gente acumulada en el lugar.

Frustrada por no conseguir nuestro objetivo me senté en un pequeño muro de piedra cercano a lo que parecía ser la salida de una carrera. Ambos chicos, al ver la poca intención que tenía de seguir, imitaron mi acción dejándome entre medio.

— Me rindo —suspiré harta—. No sé dónde coño se han metido, pero es...

El sol que iluminaba mi cara fue tapado por la silueta de una persona, a la que ni siquiera me hacía falta levantar la vista para saber de quién se trataba.

— ¿Qué cojones hacéis aquí? —nos interrumpió la voz de Cook, quién clavó su mirada en mí—. ¿Qué haces aquí?

— No he venido por ti, egocéntrico —respondí ganándome un codazo de JJ.

— Estábamos preocupados.

— ¿Qué? ¿Tengo pinta de estar mal?

Alcé las cejas analizando su aspecto con suma atención. Y tan solo con decir que tenía cuatro moretones en el rostro, lo decía todo. Estaba claro que Effy no exageraba cuando dijo que se encontraba en problemas.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃   ─skinsWhere stories live. Discover now