xviii. the truth

380 49 24
                                    

Rodé los ojos ante la celebración que JJ acababa de hacer respecto a nuestra victoria en el futbolín contra Freddie. Desde luego, se notaba que no solía destacar demasiado por lo que aprovechaba cada oportunidad.

— De todas formas era dos contra uno —se justificó el perdedor.

— A llorar a tu casa —me burlé de éste chocando la mano con mi amigo.

Freddie negó con la cabeza para adentrar su extremidad en una de las porterías del juego y tomar así la pequeña bola. En ese corto lapsus de tiempo, fijé mi vista en Pandora quién se encontraba en uno de los sofás sola.

Seguramente seguía dándole vueltas a la infidelidad ocasionada por Thomas. Ciertamente, me apenaba verla así pues al fin y al cabo era una de mis amigas más cercanas; pero por otra parte creía que se lo tenía bien merecido por jugar con los sentimientos del chico.

— ¿Creéis que deberíamos de ir a animarla? —me sacó JJ de mis pensamientos.

— ¿Y cómo pretendes hacerlo? Su novio la ha traicionado con la tía más buena de todo el instituto.

— Sí, Andrea está muy buena. Pienso en ella algunas veces, por la noche... —creo que mi cara lo dijo todo porqué rápidamente rectificó—. No te ofendas, Rory, tú también estas muy...

Arrugué la nariz— Que asco, chicos. ¿Podéis centraros en lo importante?

Ambos dos asintieron para luego seguirme hasta donde se encontraba nuestro objetivo, abordándola de tal manera que llegó a sentirse agobiada.

— ¿Estás bien, Panda Pops? —inquirió el moreno palmeando la pierna de la mencionada.

— La verdad es que no.

— El amor está sobrevalorado. Nunca he tenido novia y mira lo feliz que soy. Entre algunos ataques mentales de poca gravedad —comentó JJ—. El sexo está bien, pero seamos sinceros, el amor es solo una tonta ilusión.

Las lágrimas de la rubia comenzaron a deslizarse por sus mejillas mostrando lo malo que era éste en consolar a las personas. No queriendo que fuese a peor me adelanté al castaño interrumpiéndolo.

— Vamos, Panda, no llores por eso. Los dos lo hicisteis igual de mal. Y sí, que te pongan los cuernos es una putada, pero eso es solo una muestra de que esa persona no te merece —acerqué ambos dedos pulgares a su rostro para tomarlo y limpiar las gotas que corrían por él—. Cuando menos te lo esperes llegará alguien que de verdad te quiera, y lo demuestre día a día. No un imbecil que no sabe guardar la polla en sus pantalones.

Dudaba acerca de si mis palabras habían sido demasiado bruscas pero en cuanto observé la expresión de mi amiga supe que había hecho bien.

Iba a añadir algo más cuando mis ojos se desviaron a la entrada donde apareció un Cook demasiado emocionado para como iban las cosas verdaderamente. No lo había visto desde que dejó a un muchacho inconsciente tras romperle la nariz, y tampoco esperaba verlo después de que saliesen a la luz rumores que afirmaban que iba a ser llevado preso por ello.

— Bueno, ¿cómo estáis todos?

A mi lado JJ se tensó de pies a cabeza. Supongo que no sabía cómo reaccionar ante su llegada y más sabiendo que el rubio también se desfogó con él provocándole los morados de su piel. Para calmarlo, llevé mi mano a la suya apretándola suavemente, acción que me agradeció con un atisbo de sonrisa.

Aunque ésta no duró demasiado pues cada vez Cook se encontraba más cerca, estaba claro que su intención era entablar conversación con nosotros.

— ¿Alguno de vosotros quiere venirse conmigo? —preguntó—. ¿Eh? ¿JJ? ¿Rory?

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃   ─skinsWhere stories live. Discover now