xix. being judged

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Saqué el paquete de tabaco de mi bolsillo trasero, y gracias a la practica lo lié con facilidad. Paseaba por las cercanías del río aprovechando la soledad que éste proporcionaba a estas horas de la tarde.

Iba tan perdida en mis pensamientos que tardé en reaccionar al encontrar a Katie sentada al borde de la orilla. Reparé en su mal aspecto, en sus ojeras marcadas y su rímel corrido, indicio de que no había pasado buena tarde; al igual que yo.

— ¿Katie? —llamé su atención con suavidad tratando de que no se asustará.

— ¿Rory? —se sorprendió por mi presencia—. ¿Qué? ¿Qué haces aquí?

— Lo mismo que tú —me miró sin comprender—. Evadirme de mis problemas.

— Oh. Mal día, ¿cierto?

— Y que lo digas —suspiré sentándome junto a ella—. ¿Qué te ha pasado a ti? Porque ya puede ser malo con esa carita que me traes.

Su expresión se crispó señalando la mala elección de palabras que acababa de hacer, dándome a entender que no iba a dar explicación alguna.

— Nada, movidas mías. ¿Y a ti?

Apreté la mandíbula inconscientemente recordando mi conversación con el rubio y todo lo que había desencadenado.

No tenía porqué contarle el motivo, al fin y al cabo ella había evadido mi pregunta dándome pie a poder hacer lo mismo. Pero, una parte de mí quería desahogarse con alguien para quitarme esta pesada carga de encima. Y, seguramente no hubiese nadie mejor que Katie para ello, pues ella no estaba involucrada de ninguna manera.

Medité rápidamente la frase con la que resumirle mi dilema, y finalmente decidí no andarme con rodeos.

— Creo que estoy enamorada de Cook.

La cara de Katie fue un auténtico cuadro. Podría haberle dicho que había matado a alguien y hubiese reaccionado de mejor forma que cómo lo estaba haciendo.

La relación entre ellos dos no era para nada buena, ya lo sabía. Pero tampoco pensé que se lo tomaría tan mal, pues no le influía en absoluto.

— ¿De Cook? ¡Si es un completo idiota! Además... ¿Nate? ¿Qué hay de él? ¿Acaso ya no te gusta? ¿O de verdad eres tan mala novia como para fijarte en otro?

Me sentí completamente sorprendida por esa acusación; sin saber que decir. Sus palabras comenzaron a pesar sobre mí, abrumándome con su inesperada dureza.

— No digas nada más —interrumpí.

— ¡Pero es que es Cook! ¿Se te olvida lo mala persona que es? ¿Lo miserable que puede llegar a ser?

— Katie, cállate —pedí observando cómo su actitud había adquirido un matiz de bucle que no le permitía escucharme.

— Y encima tienes a Nate. ¡Lo que daría por tener un novio como él! ¿Y tú? No lo valoras, lo menosprecias, lo...

No quería que dijera nada más. Se estaba pasando de la raya, y no iba a permitirlo.

— ¡Cállate! —ordené obteniendo resultado—. Yo... quiero a Nate, lo quiero. Pero... —me llevé las manos a la cabeza sin saber cómo expresarme—, no sé... es que Cook...

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃   ─skinsWhere stories live. Discover now