xv. new place, new boy

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La primavera cedió paso al verano en un abrir y cerrar de ojos, donde había roto cualquier tipo de conexión con Cook. Ya no solo incitada por la amenaza de mi progenitor, sino también por mantener mi amistad con Effy.

Tras aquella discusión con mi padre, los tres habíamos llegado a un acuerdo. Podría seguir manteniendo contacto con mi mejor amiga, con la única condición de pasar las vacaciones lejos de Brístol.

Por lo que allí me encontraba, lejos de mi ciudad, concretamente en Eastbourne, dónde conocería a mis nuevos acompañantes; que era una bonita forma de llamar a los hijos de los amigos de mis padres.

Según palabras de mi madre, habíamos acudido allí porque Nate, el hijo mayor de los Brown, asistiría a mi instituto el próximo curso por lo que sería bueno que conociese a alguien. Aunque, ambas sabíamos que el motivo real de mi estancia allí era para que adquiriese de forma menos brusca los hábitos de una familia de nuestro nivel.

Me sorprendía la fe que mis padres tenían al pensar que iban a conseguir volverme como ellos deseaban por pasar unos meses con unos pijos.

— Demuéstranos que sabes cómo comportarte —exigió mi pariente.

— Sí, papá. Puedes estar tranquilo.

La puerta de aquella mansión se abrió dejando ver a una mujer esbelta, con el cabello pelirrojo cayendo por sus hombros, y una sonrisa demasiado encantadora.

— ¡Aquí estáis! —ensanchó aún más su mueca—. Cuánto tiempo sin veros, queridos.

No paso desapercibida su mirada analizadora cuando se cató de mi presencia— Oh, tú debes de ser Lorelai. ¡Dios mío! Mucho has crecido.

— Sí, bueno —esbocé una pequeña sonrisa sin saber bien que decir—. Todos me llaman Rory, así que supongo que usted también puede hacerlo.

— ¡Perfecto, Rory! Ven, deja las maletas por allí, que quiero presentarte a mis hijos.

Sin esperar la aprobación de mis padres me encaminé hacia el interior de la casa tras aquella mujer. He de reconocer, que esta situación me generaba algo de "ansiedad" pues no era una persona muy echada para adelante con respecto a conocer a nueva gente.

Nos adentramos ambas en una sala bastante amplia que intuía que era el salón, dónde dos chicos se encontraban descansando. Su madre carraspeó llamando la atención de ellos, quiénes tan solo levantaron la mirada centrándose en mí.

— Ella es Lorelai, la hija de Myranda y John —me presentó—. Rory, ellos son mis hijos Nate y Grace. Espero que te den una buena bienvenida, ¿no es así?

La vista del castaño conectó con la mía esbozando una pequeña sonrisa ladeada— Le daré la bienvenida que se merece, tenlo por seguro.

No pude evitar fruncir el ceño. Quizás había llegado un punto en el que mi mente estaba demasiado perturbada, pero en mi cabeza esas palabras habían tenido un doble sentido claro con una obvia connotación sexual.

Creer eso provocó que imágenes poco apropiadas se vinieran a mis pensamientos, y en todas aparecía el tal Nate. Debido a ello, mis mejillas se tiñeron de un fuerte rojo que deseé que nadie notase.

— Te estoy vigilando, Nathaniel —advirtió la pelirroja, que juraría que había entendido sus intenciones al igual que yo—. Que nos conocemos.

Él levantó las manos en señal de inocencia— No he hecho nada.

La mujer lo ignoró por completo centrándose de nuevo en mí— Bueno, os dejo para que os hagáis amigos.

Tan solo asentí cuando todo mi interior gritaba que no me dejase sola. No es que no me agradara la idea de hacer amigos nuevos, es que desde siempre me había costado mucho romper la barrera de la timidez y enfrentarme a ello.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃   ─skinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora