15 - Años después.

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Cuatro años pasaron, para ser exactos. Severus, con la ayuda de Dumbledore, se unio a Hogwarts como profesor de pociones, también se volvió un espía para la Orden del Fénix. Ese año escolar iba a comenzar en una semana. Sabia que vendría una nueva profesora, pero solo eso conocía.

Natalia pasó sus años haciendo de madre y preguntándose por Harry. Su prima y su esposo murieron en la guerra y el pequeño Jason, había quedado a su cuidado, como ella le prometió a Azul. Él era un vivo reflejo de ambos padres, así que Natalia amaba poder hablarle de quienes fueron sus papás y como llegó a estar con ella.

Jason ya tenía 4 años, así que comprendia aun más las cosas que pasaban, es telépata, al igual que su madre lo fue. Y la iba a acompañar a Hogwarts, ya que era la nueva profesora de Herbología. Natalia se hizo su casa en el terreno que le correspondía de los Scamander, y era una ayuda para dejar a Jason mientras daba clases.

La casa era muy simple, todo lo que había hecho lo hizo sola, no quería que la ayudasen, quería que se volviera un hogar como lo hicieron sus papás también. Una semana antes de que comiencen las clases, se tenía que presentar en Hogwarts.

Severus estaba impaciente, Dumbledore lo había buscado para que esperasen juntos a la nueva profesora, aunque él no comprendía porque era necesario que estuviera allí.

Cuando Natalia entró por la puerta, el corazón de Severus se detuvo. Habían pasado cuatro años desde que la vio por última vez, pero hacia mas de seis años que había perdido la posibilidad de estar con ella.

-Creo que los dejaré solos un momento – dijo Albus riendo – ya se conocen, Severus luego muéstrale la escuela. Natalia un gusto volver a verte.

-El placer es mio Albus – dijo ella sonriendo. Él notó que su pelo largo seguía siendo el mismo, sus ondas, sus ojos, estaba hermosa. No pudo contenerse y la abrazó muy fuerte. Estuvieron así unos cuantos minutos antes de separase.

-Te extrañé – le dijo él.

-Yo igual – dijo ella sin dejar de rodearlo con sus brazos.

-¿Qué ha sido de tu vida?

-Estoy cuidando a Jason, un precioso niño de cuatro años.

-Ah... - dijo él confundido – no sabia que habias tenido un hijo, menos que habias estado con alguien – podía sentir como su corazón se partia a la mitad.

-No, no lo tuve yo. Es el hijo de mi prima Azul y su esposo. Ambos murieron y yo prometí que lo cuidaría si algo les pasase.

-Lo siento mucho, no lo sabía.

Fueron a recorrer todos los pasillos y las aulas, no habían cambiado muchas cosas. Severus le mostró su oficina y su salón.

-Wow – dijo ella mientras veía la oficina de él – es muy grande y está en las mazmorras, nunca había venido para este lado.

-Si lo sé – dijo él sonriendo – no querias bajar porque te daba miedo, lo recuerdo.

-Que bueno que no hayas olvidado esas cosas – dijo ella feliz.

-No podría olvidarme de nada de lo que pasamos juntos – dijo él. Cuando la vio, ella se había quedado fija mirándolo, quizás no esperaba esa respuesta, él solo quería besarla y al fin estar con ella, pero sabia que debía contarle que estaba pasando. – tengo que decirte algo.

-Dime, que sucede... - ella se quedó pensando - ¿Tienes novia?

-No eso no. – dijo él – es sobre Voldemort, supongo que Albus te explicó algo ese día.

-Si, me dijo que volvería.

-Y que hay que proteger a Harry para ese momento.

-Si también lo dijo.

-No puedo arrastrarte a eso.

-¿Ya estas poniendo una barrera cuando recién nos encontramos? ¿En serio? – dijo ella enojada. Le molestaba tanto que aun quisiera alejarla.

-Quiero cuidarte – dijo él, se acercó a ella y tomo su cara con sus manos – sos lo más preciado para mi – en ese momento se dio cuenta de que no podía alejarse de ella, quería estar de todas las maneras posible con Natalia, así que la besó con demasiadas ganas acumuladas de ella, comenzó a recorrer con sus manos todo su cuerpo, luego se quedó viéndola de nuevo y agregó – nadie debe saber que estas con vida, sos un blanco pendiente de los mortífagos. – lo dijo con un tono tan preocupado, que Natalia se dio cuenta porque no quería que la vieran.

-Está bien, me cuidaré – dijo sonriendo.

Comenzaron las clases y Severus era el profesor que daba miedo, mientras que Natalia era la que se llevaba bien con todos. Entre clases y eventos se pasaba rápido el año escolar. Natalia a las noches volvía a su casa con Jason.

Un día Severus se enteró que un mortífago andaba cerca de Hogwarts, así que por precaucion le pidió a Natalia que lo dejase acompañarla hasta su casa y ver que estuviera a salvo. Se fueron juntos. Cuando llegaron a la casa de ella, estaba Newt, que con un calido abrazo recibió a Severus.

Cuando Jason entró, fue y saludo también a Severus, Newt le pidió que se quedase a comer, ya que hacia tanto que no lo veía. Él acepto cordialmente. En la cena no podía dejar de mirar a Natalia como era en rol de madre, era dulce igual que siempre, con un toque extra de cuidado hacia el niño.

Se hizo tarde después de comer, Newt volvió a su casa y Jason se durmió. Se quedaron los dos solos hablando, extrañaban eso, el estar juntos sin preocuparse por algo.

-¿Quieres quedarte a dormir? – dijo ella nerviosa. Anhelaba que se quedara, él se quedó viéndola y comenzó a ponerse nervioso, por lo que ella agregó decepcionada – si lo siento, no fue buena idea.

-No, si lo es – dijo él nervioso – solo que... realmente esperé tanto por eso.

Se fueron a acostar, para ambos, era la primera vez compartiendo la cama con alguien. Como él no tenía un pijama, le prestó ropa de su hermano que había en la casa para que duerma.

Ambos se despertaron sobre la hora, decidieron que iban a desayunar en casa y luego, irían a la escuela para la primera clase. Severus no podía creer todavía que había dormido con la mujer de sus sueños, la tuvo cerca, la abrazó. Es preciosa, la estudió mucho mientras preparaba el desayuno, su paciencia y bondad.

Jason bajó en pijama, Natalia lo miró con ternura, y se apresuró a ir tras él para prepararlo, lo iba a pasar a buscar Newt.

-Severus – dijo ella nerviosa – puedes ir desayunando si quieres.

-Te espero – dijo él sonriendo.

Natalia fue a buscar la ropa de Jason, ya se vestía solo, así que solo le alcanzaba las prendas. Mientras estaba en su rutina diaria, recordaba ver al hombre que siempre le gustó durmiendo a su lado. Siempre quiso eso, estar con él, despertar así como ese día.

Cuando bajó Severus seguía esperándola. Sentó a Jason a comer su desayuno, a los minutos llegó Newt, quien tomó también un café rápido. Se fueron a la escuela lo más rápido posible. Albus los vió llegar tarde, rió por lo bajo y miró a Minerva, quien también lo miraba con una sonrisa pícara.

-Podríamos vernos de nuevo esta noche pensaba – dijo Severus nervioso.

-Me encantaría – dijo ella nerviosa. – podrías traerte un pijama para mi casa, por si quieres quedarte varias noches – dijo y enseguida agregó – si quieres, no te estoy obligando.

-Me encantaría de hecho – dijo él nervioso - quiero empezar a estar más contigo.

Se fueron a sus clases, pero desde ese día, Severus se quedaba de 7 días 5 durmiendo en casa de Natalia. Los dos desayunaban juntos, estaban juntos paseando en sus momentos libres, planificaban juntos sus clases. Era lo que siempre habían querido.

Un día Jason le dijo sin querer papá a Severus, se retractó muy rápido porque no eran novios, pero pasaban demasiado tiempo juntos. Severus le dijo que no le molestaba, que siempre que necesitara una ayuda masculina, iba a estar para él.

En realidad, Severus se sintió muy cómodo con las palabras de Jason, le gustaba esa vida al lado de Natalia, quería hacer actividades de familia con ellos, pero era consciente de que Voldemort regresaría y los pondría en peligro. 

Siempre fuimos tu y yo - Severus Snape.Where stories live. Discover now