Siempre fuimos tu y yo - Severus Snape.

17 - Caminos separados.

Habían pasado tres años, Natalia seguía con su trabajo en el ministerio, era la mejor en las misiones. James ya tenía dos años preciosos, Jason tenía siete años, ya en cuatro iría a Hogwarts, donde estaba Severus, pensaba demasiado en él aunque no podía verlo.

Severus no sabía que hacer para encontrarla, no supo más nada de ella, aunque era lo correcto cuidarla. Le escribió a Newt, era el único que podría decirle que hacer para localizarla.

En un momento, creyó que podría haberse casado, porque después de todo, ¿Quién no querría estar con ella? Era su amor verdadero, no podría olvidarla, la extrañaba más que a nada, en todos los sentidos.

Newt le respondió que si quería verla fuera al bosque encantado que está cerca de la casa donde murieron Lilly y James, el viernes por la noche.

Ese día estaba desde las siete de la tarde, no quería que se le pasara la oportunidad. La vio llegar, preciosa como siempre, los años nunca pasaban en ella.

Cuando lo vio todo dentro suyo se estremeció, se abrazaron tan fuerte y por tanto tiempo, lo necesitaban más que a nada. Luego se besaron, también anhelaban volver a tocar los labios del otro.

-Te extrañé – dijo él mientras sostenía su cara en sus manos.

-Yo igual – dijo ella sonriendo.

-¿Me dejas alquilar una habitación del hotel que está aquí cerca? – dijo él nervioso.

-No tengo tanto tiempo... - dijo ella dudando, la última vez que estuvieron juntos ella quedó embarazada.

-Por favor – dijo él sonriendo, la deseaba en serio.

-Está bien, pero solo por hoy, debo volver a las misiones – dijo ella.

Pasaron juntos toda la noche, hicieron el amor muchas veces de nuevo, luego, durmieron abrazados. Natalia extrañaba dormir con él, pero no podía parar de pensar en las preguntas de Jason sobre porqué ya no venía más a casa, porque James no tenía un papá presente.

Cuando se levantaron, se prepararon y se despidieron. Severus la tomó por el brazo antes de que se fuera.

-¿Por qué huyes? – dijo él confundido.

-No puedo decirte, no ahora – dijo ella – te amo, nos vemos.

-Yo también te amo, pero ¿Qué ibas a decirme esa noche? – dijo él seriamente, sabía que le estaba ocultando la verdad.

-No es nada importante, nos vemos – dijo rápido y se fue.

Ella se fue lo más rápido posible, no podía decirle que era padre de un varón y menos decirle que Jason seguía preguntando por él.

Él no entendía la reacción de Natalia, ¿Por qué no había dicho nada? ¿Qué estaba ocultando? Le escribió a Newt, sin embargo le dijo que esas cosas importantes debía hablarlas con ella directamente, pero no respondía sus mensajes.

Pensó que en serio estaba con alguien más y se limitó a olvidarse de ella, aunque sería difícil, pero ya se había resignado a no poder ser feliz.

Natalia no podía dejar de pensar en él y todo lo que habían vivido desde que se conocieron.

Un día se levantó muy mal, no entendía que ocurría, así que fue al médico y se enteró de que estaba embarazada de nuevo, no podía creerlo, habían estado una sola noche juntos después de tanto tiempo y estaba esperando el segundo hijo de él, sin que supiera claro.

Los meses se pasaron muy rápido para ella, cuando nació era una preciosa niña, le puso Azul por su prima, la extrañaba tanto.

Quería que Severus supiera todo lo que estaba ocurriendo, que había dos hijos suyos, pero era consciente de que no quería cargarlo con algo que no estaba en sus planes. Además, él no quiso estar con ella, pudieron pelear juntos, pudieron ser un equipo, pero la hizo a un lado.