16 - Los dos juntos hacen un buen trabajo.

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Pasaban tanto tiempo unidos, que se habían olvidado de todos los años separados que tuvieron. Severus reía más que nunca, porque Natalia salía con una de sus ocurrencias siempre. Él la protegía de todo lo que ocurría. En la escuela siempre le robaba besos en cualquier parte donde no hubiera un estudiante cerca. Un día los vieron dos chicos de Gryffindor, les pidieron perdón y ellos dijeron que realmente no les molestaba, porque ya sabían que algo tenían. Ambos rieron cuando escucharon eso, la verdad es que no lo disimulaban.

Una noche, estaban esperando a Jason, pero Newt envió un mensaje diciendo que se lo quedaban en su casa porque se quedaban a dormir todos los niños allí. Severus y Natalia estaban solos, por primera vez en mucho tiempo estaban solos.

Comieron, rieron y hablaron demasiado sobre todas las cosas que habían pasado antes. En un momento, decidieron irse a dormir, pero ambos querían otra cosa, lo habían anhelado desde siempre, desde que se gustaron, y ahora eran adultos, no había ningún problema de lo que hacían.

-Bueno... - dijo ella - creo que es hora de que vayamos a dormir.

-Si... - dijo él - vamos a dormir.

Subieron a la pieza. Ambos estaban demasiados nerviosos.

-Sev - dijo ella - ¿me ayudas con el cierre de mi vestido? - él tragó saliva y se acercó a ayudarla.

Cuando terminó de bajarlo, subió sus manos y acariciando su espalda, sacó su vestido, mientras iba dejando besos por todo su cuerpo. Ella gemía su nombre con cada beso que él dejaba.

-Natalia... si sigues gimiendo mi nombre no voy a aguantar nada.

-Siempre podemos hacerlo varias veces.

Se comenzaron a besar y a quitar la ropa que quedaba, se exploraron, quizás había sido un error o no, pero ambos esperaron a que el otro sea su primera vez.

Y ahora que por fin lo estaban haciendo, aprovecharon a conocer el cuerpo del otro, con el que tanto habían soñado.

Cuando por fin entró en ella, ambos gimieron muy alto y agradecieron estar solos, porque seguramente hubieran despertado a todo el mundo.

Lo hicieron varias veces, por todos esos años acumulando las ganas.

Al otro día, ambos despertaron con mucha felicidad, al fin habían estado juntos. Volvieron a la escuela y todo marchaba bien. Severus ya se había acostumbrado a estar con ella y Jason, prácticamente vivían en la misma casa.

Al poco tiempo, Natalia citó a Severus, quería hablar de algo importante, y justo él quería hablar con ella también.

Déjame comenzar – dijo Severus.

Bueno esta bien – dijo ella nerviosa.

-Debemos dejar de vernos – dijo secamente y serio, Natalia se quedó confundida y cuando iba a comenzar a hablar, él la frenó – déjame terminar. Me enteré que hay mortífagos rondando, ya saben que estas con vida, no podemos seguir, si te hacen algo no me lo perdonaría jamás.

-Pero Severus... yo hoy quería decirte – dijo ella con lágrimas en los ojos.

-Te amo – dijo él cortándola – pero necesito que te alejes, que te cuides.

-Está... bien... - dijo ella levantándose para irse.

Sin pensarlo armó sus valijas ese mismo día, le contó a su papá lo que estaba pasando, por lo que tomaron una nueva medida para ocultar sus hogares. Un campo cubierto, era lo mejor que habían pensado y todos colaboraban en él.

Presentó su carta de renuncia con Albus, quien se puso realmente triste de que se vaya, la querían en la escuela, era excelente como persona y como maestra.

Natalia se ocultó de nuevo, la tomaron para misiones del ministerio. Pero había algo que no pudo decirle a Severus ese día que se reunieron, ella estaba embarazada de dos meses. No se lo iba a decir por una carta y él dejó en claro que no quería verla. Decidió callar.

A los meses, nació el bebé, un varón, lo llamó James, en honor a su amigo, al único amigo que tuvo, porque el resto en algún momento estuvieron enamorados de ella. Pero James fue genuino en su amistad. Al igual que Lilly.

Severus siguió en la escuela, no podía dejar de pensar en ella, siempre se preguntó que quería decirle la noche que lo citó, donde le pidió que se aleje torpemente.

Se arrepintió tanto de no escuchar lo que ella quería hablar con él.

Decidió dejarla ir, porque no podía estar a su lado de todos modos. 

Siempre fuimos tu y yo - Severus Snape.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora