20 - Hogwarts un caos.

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Muy de prisa llegó el segundo año de Jason y Harry. Para Severus y Natalia, el verano se pasó en un abrir y cerrar de ojos. Viajaron como familia, remodelaron la casa, vieron muchas películas en familia, también hicieron el amor todas las noches, agradecieron que alguien hubiera inventado el Muffiatto para no ser escuchados por sus hijos. 

Severus ya había tenido "la charla" con Jason, ya que la chica que le parecía linda ya era su novia declarada. Natalia casi se desmaya cuando lo supo.

Harry por lo menos no tenía novia y le agradaba esa situación, de alguna manera era responsable de él y no sabía como reaccionar si caía con una novia, porque después de todo, no había tenido esa conversación con Lilly.

Ese año la escuela no estuvo tranquila de nuevo, la cámara de los secretos fue abierta por un heredero de Slytherin, comenzaron a pasar sucesos muy extraños.

Severus le pidió a Natalia que no fuera sola a ningún lugar, no dejaron que James y Azul fueran a la escuela, se quedaban con Newt o con Juan y su esposa.

Todos los estudiantes sabían del romance entre ambos, ya no era ningún secreto, para ellos era mejor porque podían disfrutarse en público, aunque siempre con el respeto que se merece la institución escolar.

Harry, Ron y Hermione tenían sus teorías de la cámara de los secretos, las compartieron con Natalia y ella los escuchó con mucha atención.

Más tarde le comentó a Severus, quien dijo que tenía sentido la historia de ellos, pero dudaba de Harry, ya que siempre estaba donde aparecia sangre o alguien petrificado.

El año terminó demasiado caótico. Severus ya estaba cansado de que ella estuviera en riesgo, Natalia le pidió que se calmase, porque no quería dejar de dar clases y estar alejada de él en el año.

Festejaron juntos los cumpleaños de los niños, parecía todo ensayado, pero de alguna manera todos cumplían con cuatro días de diferencia.

De paso, festejaron los cumpleaños de ellos dos. Disfrutaron, rieron, jugaron juegos muggles de mesa, prácticamente estaban en un mundo aparte.

Una noche, después de acostarlos, se pusieron a tomar un café.

-Natalia, ¿Qué sucedería si tenemos más hijos? – dijo Severus mientras estudiaba sus expresiones.

-Yo... creí que tres eran suficientes, pero si quieres más no tengo ningún problema, amo tener una familia contigo – dijo ella sonriendo.

-Me encantaría tener más hijos contigo, quiero de hecho, poder acompañarte en un embarazo y un parto, – dijo él mientras tomaba su cara - debes ser la embarazada más hermosa.

-Si lo haces por eso... - él la cortó besándola, de pronto comenzó a quitar su ropa. Severus comenzó a recostarla en el sillón, mientras seguía besándola. Besó cada parte del cuerpo de su esposa, la amaba profundamente. Pusieron un hechizo silenciador porque los gemidos de ambos se escuchaban muy fuertes. Severus no entendía como ella pudo fijarse en alguien como él, cada vez que la recorría con sus manos pensaba en lo perfecto que es su cuerpo y lo afortunado que es por tenerla. Ya conocía sus puntos, ya sabía que le gustaba y que la hacía llegar al orgasmo en poco tiempo, ella gemía su nombre y eso lo excitó todavía más. Acabaron gimiendo el nombre del otro y se besaron de nuevo. Durmieron acurrucados en el sillón.

Severus se despertó porque Azul estaba subiéndose encima de ellos. Vio a Natalia dormir, la amaba realmente, daría lo que fuera por disfrutar bien esos momentos, porque en serio anhelaba eso.

Azul se acostó en el medio de ellos y despertó a Natalia, quien se levantó sonriendo.

-Buenos días – dijo ella.

Siempre fuimos tu y yo - Severus Snape.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora