Siempre fuimos tu y yo - Severus Snape.

18 - ¿Ser maestra de nuevo?

Tres años después estaba nuevamente yendo a Hogwarts para un puesto de maestra. Jason tiene 10 años, por lo que en un año entra a primer año, James con 5 años es un excelente mago y un retrato de su papá, y Azul, la preciosa niña de 2 años que amaba a sus abuelos.

No sabia que iba a decirle a Severus, pero se merecía una charla sobre ellos.

Fue a su oficina a buscarlo, estaba completando unas planillas, sin embargo dejó todo cuando la vio en la puerta. Su expresión era tan familiera que se sintió a gusto ahí.

Corrió y lo abrazó, él la besó, extrañaba tanto estar con ella. Antes de que siguiera besándola, ella se apartó.

-Severus – dijo ella nerviosa – debo decirte algo.

-¿Qué sucede? – dijo él preocupado - ¿estás con alguien más?

-¡No! – dijo ella sorprendida – es algo que te debería haber dicho antes, y entendería si te enojaras porque es mi error, pero tuve mucho miedo.

-¿Qué pasa? Dime por favor Natalia – dijo él alterado, no entendía que estaba pasando y porque ella se sentía tan mal.

Comenzó a llorar desconsoladamente, debía decirle, por sus hijos, por todas las veces que preguntaron por su papá y ella no pudo decirles quien era. Severus se asustó de que llorara así, se preguntó que había pasado para que se sintiera así de mal.

-Me embaracé dos veces de ti Severus – dijo ella de una vez, vio su cara, su sorpresa, su shock – una vez fue hace casi seis años, nació un varón sano y fuerte, al que nombré James, y hace dos años y medio, de una bella niña a la que llamé Azul. Lo siento, no quise ocultarlo, no sabía que hacer perdón. Pero las veces que estuvimos juntos, bueno se ve que somos muy fértiles, yo ... yo tampoco tomaba ninguna pastilla, porque solamente estaba contigo, no lo vi necesario. Lo siento. No sé si te molesta, pero ellos son mi vida Severus, los amo con todo mi corazón.

Severus no supo que decirle, siempre pensó que a los 31 años ya no había nada bueno, estaba acostumbrado a estar solo y se había resignado a la idea de hijos, su vida era complicada.

Pero ahora tenía dos hijos suyos, y si se quedaba con Natalia serían tres porque estaba Jason también.

Natalia es el amor de su vida, eso era lo que había soñado, una familia a su lado, despertarse viéndola todas las mañanas, besarla todos los días, amarla, cuidar sus hijos.

Sin embargo, todo era complicado, él era un mortífago quisiera o no. No tenía que ofrecerle a sus hijos.

Natali se cansó de esperar una respuesta y agregó – lo siento Severus, no voy a hablarte más, ni a buscarte, no necesito tampoco plata para los chicos, lo siento. – se fue tan rápido que no esperó respuesta de su parte.

-¡Natalia! – dijo él, pero no pudo ni siquiera moverse para perseguirla.

-Natalia estaba desecha, ¿Cómo iba a hacer para trabajar con él todos los días después de estos momentos? ¿Nunca iba a tener un respiro de felicidad en su vida?

Lo mejor era evitarlo en las comidas y reuniones de maestros. Ella de todos modos, no dormia en Hogwarts porque tenía que volver a su hogar a ver a sus hijos.

Los extrañaba desde que volvió a la escuela, ya no los veía en el día. Albus le ofreció traerlos, podían quedarse en su oficina siempre que necesitarán.

Severus se cansó de buscar a Natalia, cuando por fin la vio fue prácticamente corriendo hacia donde se encontraba, ella se quiso ir, pero él la encerró en la sala, así que no pudo irse.