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—¡Papa!¡Papa!

Katsuki no haya que hacer, estaba arrullando a su cachorro por toda su habitación donde duerme con él, ya le cambio el pañal, le dió sus gotas para cólicos, le dió de comer, le dió agua, le saco los gases ¿¡Que más le faltaba!?

Sus feromonas estaban esparcidas en toda la recamara, pero, no sabía si era por el estrés que estaban más agrias de los normal. No lo sabía, intentaba calmarse para que su aroma fuera más tranquilo, como el de Izuku.

No entendía como ese doctor podía mantener su aroma tan estable, ¡Es doctor! Uno de los profesionales con más estrés en el planeta ¿Cómo logra mantenerse a raya? Y más siendo un Alpha prime. Un Alpha que estaba por encima de otros.

Katsuo vaya que tenía ganas de desgarrar su garganta con su llanto, tanto que Katsuki estaba apunto de dejarlo llorar por el estrés para ponerse él a llorar. Se sentía tan inútil e incompetente como Omega, ni siquiera podía calmar a su cachorro, era tan frustrante.

También era penoso, sus padres debían estar durmiendo, estaba interrumpiendo lo que supone que es una hora de descanso. Salió de la habitación, con Katsuo en su hombro llorando, Mitsuki al escuchar a su nieto, salió afuera quedándose en la puerta de su cuarto.

—¿Quieres que te ayude? — Preguntó Mitsuki a su hijo, quien negó con la cabeza.

— No, vete a dormir. Perdona por despertarte, yo me encargo — Indicó el Omega cenizo, Mitsuki suspiró volviendo a su recamara. Sabía que no podía hacer cambiar de opinión al terco de su hijo.

Katsuki decidió que le daría un recorrido a su cachorro por toda la casa, para ver si se cansa y decide por fin quedarse dormido de tanto llanto. Pero, no funcionó, hasta que llegó a un lugar específico de la sala, por un momento Katsuo dejo de chillar empezó a sollozar.

Eso alegro a Katsuki, pero cuando se fue de ese lugar empezó a llorar otra vez, decidió volver al mismo puesto y su cachorro se calmó. No entendió al principio, otra vez se movió y Katsuo lloro, regreso al mismo lugar y se calmó.

El Omega cenizo no entendió porque, hasta observó bien el lugar y era donde Izuku estaba sentado en la mañana, se acercó olfateando el lugar y si, había rastro de las feromonas del Alpha, eran pocas pero, fuertes.

Otra vez sintió irritación, sin embargo, era dejarse llevar por su molestia o hacer que su cachorrito duerma. No le tocó de otra, agarró la misma manta con la que Izuku lo arropó y la hizo en una especie de nido junto con las almohadillas del sofá para poner su cachorro ahí.

Katsuo poco a poco iba pasando de lloriqueos a pequeños a sollozos, a después respirar profundamente y por fin, dormirse. El Omega cayó al suelo exhausto, maldiciendo al Alpha peliverde y sus feromonas.

Daba gracias que su padre compró un sofá cama, extendió la parte de bajo del mismo, buscó una manta más y una almohada para acostarse con su cachorro, ambos aspirando el tranquilizador aroma mentolado de Izuku.

A la mañana siguiente, Katsuki había despertado con el olor a desayuno que provenía de la cocina, pero no se levantó, al contrario se quedó escuchando una conversación de su madre, al parecer estaba hablando con la señora Inko. Aquella conversación, solamente hizo sentir más miserable a Katsuki.

— Masaru ha estado muy alcanzado económicamente últimamente, yo también, mantener a nuestro hijo y nieto no es fácil. Katsuki ha sido rechazado de todos los trabajos posibles, aún sigue intentando pero... — Mitsuki suspiró — Estamos pasando un momento difícil, lamento abrumar con mis problemas, Inko.

— No te preocupes, Mitsuki. Hay momentos en uno tiene dificultades es totalmente normal. Por cierto, voy a decirte algo pero ¡No sé lo cuentes a Katsuki, por favor!

Alpha Posesivo - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora