11

3.9K 561 87
                                    

La noche estaba cayendo, el cielo se comenzó a teñir un color oscuro después la gama intensa del atardecer, pequeñas esferas brillantes empezaron aparecer decorando y acompañando a la hermosa luna que ilumina la gran oscuridad.

Y entre esa gran galaxia de constelaciones había un pequeño cachorrito observando las vivas estrellas, en sus ojitos se veían resplandecientes admirando el gran cielo nocturno. Los ojos del pequeñín de repente se encontraron con la luna, aquellos irís heterocromios se abrieron de par en par al ver un esfera tan redonda y perfecta blanca brillando en el cielo.

Katsuo jaló la camisa de su papá Omega para que este le prestará atención —¡Pa!¡Pa! — Exclamó, jalando hasta que los rubís tuvieron su atención, el cachorrito señaló el cielo hacia la luna con una sonrisa.

—¡Oh, encontraste la luna, cachorrito! — Indicó Izuku, llevando su mirada al cielo al igual que Katsuki.

—¿Te gusta la luna, Katsuo? —Preguntó con voz suave el Omega a su bebé que asintió sonriendo sin quitar sus curioso ojos de aquella esfera.

— Si, la luna está muy hermosa hoy — Dijo Izuku, sin quitar sus ojos de la única luna para él en su planeta , en su universo, en su cielo. Katsuki le pegó un codazo moderado haciéndolo reír, sabiendo que lo hizo sonrojar con aquella palabras.

La pareja llegó a su destino, a la casa Midoriya, después de las compras. Katsuki quiso quedarse unas noches en la casa de Izuku por gusto, y por sus padres estarían en el extranjero en una reunión. La señora Inko les abrió con una amplia sonrisa al ver al cachorrito, cargando el mismo en sus brazos para que la pareja pudiera quitarse las prendas antes entrar al hogar.

— Oh, así que fueron de compras —Dijo Inko dejando al pequeño Katsuo en la sala rodeado de almohadas mientras observa las bolsas que su hijo deja en el sofá.

—Kacchan necesitaba algunas cosas, lo ayude a comprarlas —Indicó Izuku, Katsuki quería esconderse de la pena. No quería que Inko pensará que se estaba gastando el dinero por se le apeteció — Después de todo, muy pronto retomará la universidad.

—¡Cierto! ¿Cómo va eso, Katsuki? No he podido dejar pensar en tus estudios.

—Todo va bien, tía Inko. No se preocupe, empiezo el lunes —Dijo, Inko abrió su boca del asombro y casi se le caen las lágrimas de felicidad dejando confundido a Katsuki.

— Me pone muy contenta saber esto... Yo nunca pude remontar mis estudios, saber que alguien que estaba en la misma situación que yo va hacer lo que nunca pude y quise, me pone muy feliz. Te felicito, Katsuki. Eres muy valiente.

La mano regordeta de la peliverde se poso en la mejilla de Katsuki, acariciando con cariño la misma, el Omega sonrió agradecido. Y un poco triste por la mujer, saber que ella estuvo en la misma situación que él y que ella no pudo continuar sus estudios porque tenía que criar un hijo. Era algo de admirar.

—Gracias, tía Inko —Agradeció Katsuki. La Omega peliverde sonrió para luego dirigirse a su hijo.

— ¿Tienen hambre? Preparé un gran cena pensando en ustedes.

—No tenías que hacerlo, mamá —Dijo Izuku, la peliverde no le tomo importancia e igual le sirvió comida a la familia. Katsuki quiso ayudarla un poco, a pesar que está se negó por cortesía.

A Katsuki no le molestaría servirle la comida a su Alpha y cachorro, es más lo hace feliz —¿Dónde guarda sus platos, tía Inko? —Preguntó el Omega, la mujer le señaló un estante que estaban arriba. Se dispuso a buscar lo platos, pero, cuando iba bajar uno a Kacchan le pasó algo extraño.

No sabría describirlo, sintió algo extraño en su vientre, el Omega extrañado se tocó su abdomen. Era una pequeña punzada y de repente, empezó a tener calor. Pensó que la temperatura se subió de la nada, o simplemente la cocina estaba aún caliente por la comida recién hecha.

—¿Todo bien, Katsuki?

—¡Ah! Si... —Dijo, acercándose a la estufa cuando de pronto, su vista por unos segundos se hizo borrosa y negra. Sus tímpanos se taparon e hicieron un ruido extraño.

"Alpha"

—¿Que mierda? — El Omega sacudió su cabeza, dispuesto a seguir con su labor.

Inko ceno en compañía con su hijo y su pronta nueva familia. Katsuo era el centro de atención, el pequeño quería devorar todo lo que estaba en la mesa a pesar de su corta edad. Obviamente Katsuki no podía dejar que se coma todo, Izuku encontrá de sus deseos le hacía probar al pequeño cositas a escondidas de su papá Omega. Haciendo reír al cachorrito.

Katsuki después de la cena, se instaló en el cuarto del peliverde, aspiro en abundancia el aroma a menta hasta llenarse lo pulmones, de repente, se sintió mareado, más no adormilado, sino mareado. Un ligero sonrojo apareció en sus mejillas y...

—¡Papi! — La voz de Katsuo lo trajo de vuelta, el cachorrito estaba envuelto en una manta mientras Izuku lo sostiene mojado.

—Creo que a Katsuo le encanta bañarse — Indicó Izuku con una sonrisa, poniendo al cachorro en la cama quien se fue dando vueltas como Dios lo trajo al mundo -Kacchan, ¿Estás bien? Estás rojo.

—¿Hah? Estoy bien, Deku —Indicó agarrando al menor con un toalla para ponerle la pijama. Lo que no se espero fue la mano de su Alpha sobre su frente, por alguna razón extraña ronroneó ante ese simple acto.

— Pareces tener fiebre, ¿Seguro que estás bien?

—¡Que sí! Más tarde me tomaré algo para que te quedes tranquilo — Expreso Katsuki haciendo un puchero mientras pelea con su hijo para poner el pañal y su ropa de dormir.

Izuku se encargó de darle de comer y dormirlo, Katsuki se fue a dar una ducha cuando dejo su nido listo en la cama del Alpha. En la ducha, aquella calentura que sintió no bajo ni con agua fría. Extrañando al cenizo que no entendió que le pasaba, hasta que, su olfato sintió a Izuku.

Su olor era más fuerte, ¿Por qué podía oler a su Alpha a una distancia tan larga? Supo que Izuku estaba apunto de pasar cerca del baño, Katsuki sin pena, abrió la puerta y agarró a Izuku llevándose al mismo a la regadera.

•••

Alpha Posesivo - [Dekubaku]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن