13

4.3K 524 75
                                    

Se sentía apenado, aunque eso le debe quedar corto, intenta buscar en el armario un buso que sea de cuello alto lo suficiente para tapar las mordidas, chupetones y si puede, hasta los besos invisibles que su Alpha dejo el viernes pasado, el sábado, y el domingo.

Katsuki gruñó con la cara roja estampado la misma en una de sus prendas. No recuerda bien porque estaba en celo, solo duró tres días, tres días en que Izuku lo acompaño y lo trato bien. Ese bien también queda corto.

Izuku tuvo que sacar fuerza de dónde no tenía para mantener la cordura. Sabe que Katsuki no está listo para hasta el final, que es muy pronto, lo sabe por eso no iba aprovecharse del Omega en estado de celo.

No se aprovecho de él ni nada por el estilo, no hicieron nada más que darse besos, acaricias, mordidas, chupetones y algún que otra masturbación. Después de aquello días, Izuku se disculpo con Katsuki, por la masturbación, a lo que el Omega no le molestó.

Sabía que su Alpha lo estaba ayudando, ya le había dado su consentimiento a Izuku antes, no había nada de que preocuparse.

Pero, aún así, el pobre peliverde se sentía tan mal consigo mismos que casi hace un hueco en el suelo de tantas veces que se arrodilló y se inclinó pidiendo disculpas.

Katsuki también admitía que le gustó mucho, le encantó, no recuerda mucho pero, el placer que sintió si lo recuerda.

Fue fantástico, si fue así con solo besos, acaricias, chupetones, etc. No se quiere imaginar cuando lo hagan de verdad, cuando Izuku entre en él y lo haga llegar al cielo.

—¿Por qué estoy pensando en eso? — Se preguntó a sí mismo mientras sale humo de sus orejas de lo avergonzado que estaba.

Respiró profundo, antes de volver a buscar ese buso negro. Al encontrarlo, se volvió a levantar para continuarse vistiendo, el cuello la prenda fue lo suficiente larga para tapar aquellas marcas. Se puso unos jeans holgados rotos y sus tenis.

Por último, antes de salir metió en su mochila el suéter verde de Izuku, que este mismo volvió a impregnar su aroma en este para Katsuki.

Estaba listo para su primer día de clases, bajo las escaleras, desayuno junto a Inko antes de despedirse de mejilla con su cachorro. Ya se había despedido de Izuku en la madrugada, cuando esté se iba ir al trabajo.

Katsuki se había tomado la molestia en levantarse, cargar a Katsuo que estaba sollozando a su padre Alpha para acompañar a Izuku hasta la puerta.

El pecoso tenía su uniforme puesto, se dió la vuelta, y con una sonrisa dejo un beso en los labios de un adormilado Omega que le devolvió el mismo. Antes de abrazarlo — Ten cuidado, Alpha — Susurró en bajito, ronroneando al sentir otro beso en su cien.

— Que tengas lindo día, Omega. Lamento no poder llevarte a la Universidad — Dijo, acariciando la mejilla del cenizo que bostezo del sueño.

Provocando una sonrisa de enamorado en Izuku, ya que Katsuki estaba hecho un desastre, su cabello desorganizado, con ojeras, con marcas en su cuello y con sueño. Aún así, ama ese desastre.

Además él se ve peor recién levantado.

— No te preocupes — Contestó el cenizo frotando sus ojos, a Katsuo después se le contagio el bostezo — Estaré bien. Ve tranquilo a trabajar.

— ¿Por qué tienes que ser tan tierno? — Se preguntó a sí mismo Izuku, después de ver la escena frente a él. Katsuki alzó una ceja sin esperarse otro beso.

— A este punto me vas llenar de baba con tanto besos — Sonrió el Omega adormilado, cosa que casi mata al Alpha por dentro.

— Te quiero, Kacchan.

Alpha Posesivo - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora