10

4.1K 577 139
                                    

No recuerda mucho de como conoció a Shoto, él aparece en su memoria en fragmentos, algunos borrosos, sin sentido. Quizás por el golpe traumático del abandono que él provocó, ni Katsuki sabe. Iban a la misma universidad, a la misma clase, en los mismos horarios,en carreras diferentes, es solo que Shoto tenía que repetir un par de materias.

Esa callado, siempre a un rincón del salón, parecía invisible, no se sentía en la clase. Hasta que un día, Katsuki recuerda perfectamente ese día, un profesor puso grupos al azar. Por obras del destino, a Katsuki le tocó con Shoto.

El cenizo al principio se sentía reacio hacer grupo alguien invisible en el salón,  pero, era hablarle o perder su nota. Se acercó a él, pudo ver cómo Shoto abrió sus ojos al mirarlo por primera vez. Si, Katsuki también admite que cuando era joven, era demasiado hermoso.

Un Omega del cuál envidiar.

— Luego, comenzamos a conocernos poco a poco. Él se comenzó acercar a mí y a ser más sociable. A pesar de parecer que tenía un mundo en la cabeza — Explicó, mientras el Alpha peliverde escucha atento — Creí que le gustaba, por eso yo fuí el que lanzo. Pero, solamente fuí un juego para él, supongo que solo me vio como una cara bonita... Si sabía su destino, ¿Por qué...

—¿Por qué te hizo tanto daño? — Terminó Izuku, el Omega desde el espejo del baño choco sus rubís con los esmeraldas. Asintió con la cabeza, concentrándose en su cachorro otra vez — Quizás, quería saber que sentía tener libertad y, divertirse un poco. Maldito.

— Si, un maldito infeliz — Escupió entre sus dientes, Katsuo ajeno a lo que decían los adultos se reía con sus dedos en la boca — ¡Un estúpido!¡Un pendejo! — Dijo juguetón, haciendo reír más fuerte a su cachorro.

Izuku sonrió de medio lado al ver la escena, miró hacia arriba pensativo — Aún que, admito que cuando era más joven... Me veía muy atractivo para los Alphas. A diferencia de ahora...

—¿Que? — Exclamó Izuku acercándose por detrás, aquello hace que la piel de Katsuki se erize —¿Que dices? Si eres hermoso.

Bellísimo, hermosísimo, bonito, precioso, lindo... Y un sin fin de palabras que tenía Izuku para decirle y que estaba seguro que no acabaría ese día.

— Bueno... Le resultas menos atractivo a los Alphas cuando tienes un cachorro — Dijo, sabiendo que tiene razón. Deku no lo iba negar, sabe cómo es la sociedad. Sabe cómo piensan las personas. Es médico ha visto millones de casos.

—¿Y que hay de mi?

— Tú... Tú eres una excepción — Confesó, inclinando su cabeza hacia el peliverde que sonrió orgulloso con sus mejillas rojas.

Kacchan alzó al cachorrito recién limpió, le puso sus mameluco de nuevo y se lo dió a Izuku. Diciendo que se lo lleve afuera, él necesita hacer sus propias necesidades. El Alpha sin problemas acepto, se llevó la mochila del bebé y de Katsuki saliendo del baño familiar.

Katsuo se había acostado cerca de la glándula de feromonas del Alpha peliverde, acurrucándose en una bolita en sí mismo mientras intenta enterrar su rostro en el cuello del mayor. Izuku notó que su bebé tenía sueño, saco una manta, lo arropó y le dió su chupete.

Katsuo se quedó dormido al instante. Izuku pagó la cuenta, echando un reojo hacia la mesa de la familia Todoroki. Estaban comiendo de lo más incómodo y silencio posible. Hasta que Shoto se levantó, dirigiéndose a la caja registradora dónde también se encontraba Izuku.

Estuvieron lado a lado, codo a codo, Izuku tuvo que reprimir su lado Alpha prime para evitar arrancarle la tráquea a Todoroki con sus colmillos. Izuku quería revivir esos momentos tradicionales.

Alpha Posesivo - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora