Alpha Posesivo - [Dekubaku]

3

Aquellas palabras sonaron como eco en los oídos de Izuku, quien apretó su labio inferior, por alguna razón le dolía el pecho y como no.

Aquellas palabras fueron como estacas que apuñaló su corazón, sus sentimientos, sus emociones... Provocando que una escena del crimen se manifestará en aquella sala. Todo el amor, apreció y admiración por el Omega cenizo, estaba derramándose ante sus pies.

— Si ya no tienes más nada que decir, lárgate. Nunca vuelvas, ¿Entendiste? Porque si lo haces, te sacaré a patadas — Escupió el Omega, caminando hacía la sala devuelta con su cachorro. Dejando que el corazón de aquel Alpha se desangrara por completo.

Sin más, Izuku solamente suspiró intentando contener sus lágrimas, dejo los regalos que iban para él Omega tirados en alguna parte de la casa. Había una basura por ahí cerca, los puso encima de está. Luego con la mejor cara que pudo poner para pasar desapercibido, con una sonrisa falsa, volvió a la sala.

Hablando con Mitsuki mientras ella termina la cena para sus invitados, converso con su mamá, jugo un rato con Katsuo a pesar que evitaba hacer contacto físico con el cachorro. Pero, el pequeño era terco, y quería ir con su padre.

En todo ese tiempo, no había echo contacto visual con Katsuki. Y mejor así, sentía que se iba romper en cualquier momento, que esas tontas lágrimas iban a caer eventualmente. Cuando la cena finalizó, Mitsuki mando a Katsuki que lavar los platos.

El Omega a regañadientes acepto, dejando a su cachorro con su abuela, Inko e Izuku. El pequeño Katsuo aprovechó que su papá no estaba para montarse en el regazo de su padre y quedarse dormido en él.

Izuku sonrió al ver la escena, sobando la espalda del pequeñín que ronca satisfecho, aferrándose a ese suéter de lana verdoso que emana el dulce aroma protector del Alpha. Cuando Katsuki terminó de lavar los platos, la escena de su hijo con el Alpha que acaba de rechazar no le gustó para nada.

—¡Devuélveme a mi cachorro! — Gritó, acercándose al Alpha que se quedó en el suelo con los brazos alejados del pequeño.

—¡Katsuki!¡Izuku solamente estaba durmiendo a Katsuo!

—¡Y ese es el problema! — Indicó, agarrando a su hijo para alejarlo de Izuku quien no puso peros. Sin embargo, el cachorro estaba tan aferrado a ese suéter que al sentir que lo estaban jalando empezó a sollozar entre sueños.

A Izuku le dieron ganas de gruñirle al Omega, además de estar dolido por el rechazo, ahora tenía que presenciar como su cachorrito estaba llorando y sufriendo porque lo están separando de él. La rabia recorrió su ser en un momento.

No, debía contenerse, por la paz mundial. Cerró sus ojos con rabia, deja el que el Omega jale todo lo que quiera su cachorro, quien lloraba más fuerte ahora definitivamente despierto. Tan tranquilito que estaba.

Pero, el celular de Izuku empezó a sonar, el Alpha enseguida atendió el llamado. Levantándose de golpe del suelo, dejando a los presentes confundidos y agarrando al cachorro a qué no se fuera a caer.

—Voy enseguida, llamen al anestesiólogo. Ya voy llegando al hospital.

—¿Paso algo en la clínica, Izuku? — Preguntó Inko.

— Tengo un código rojo que necesita mi presencia, déjame llevarte a casa, madre antes de irme.

— No te preocupes, hijo. Vámonos enseguida.

—¡Oye, mi cachorro! — Exclamó Katsuki con los brazos abiertos hacia su hijo que había dejado de llorar al no sentir que era alejado de su padre.

—Aish. — Gruñó el Alpha peliverde con rabia. Con una mano que tenia libre se quitó el suéter. Mientras con la otra carga al cachorro.