La llegada de nuevos estudiantes trae consigo a un chico más frío que Miércoles. Simplemente está allí porque no tiene a dónde ir y solamente quiere pasar esa etapa para terminar sus estudios y poder largarse cuando consiga un trabajo.
Lo que no con...
El joven Tn acudió con la loba al lugar indicado. Enid fue preguntada que hacian allí, delante de una estatua cuando la chica chasqueó los dedos. Enseguida se abrió el pasadizo secreto y las escaleras que llevaban abajo.
—¿Genial eh?—preguntó la reina de los chismes con cierto orgullo.
—Tampoco es para tanto—respondió empezando a bajar.
Al llegar abajo, alguien cubrió su cabeza con una bolsa.
Despertó atado a una silla. Al mirar con claridad vio a Enid junto al resto de alumnos, los reconoció por la voz. Bianca y compañía estaban alli. La rubia les explicaba la situación y ellos le pidieron perdón.
—No sabía que os iban estos juegos—comentó a Bianca—¿quieres que te amarre?—preguntó levantando la ceja y poniendo cara de pícaro.
—No sabía que el nuevo era tan...directo—la sirena sonreía.
—Hay muchas cosas que no sabes de mí—dijo algo coqueto.
La joven se acercó y le tomó del mentón.
—Oh, ¿y qué más esconde el chico misterioso?.
Escucharon unos pasos bajar por los escalones.
—Será mejor que no des un paso más sino deseas un cuchillo en tu garganta—amenazó la joven gótica llegando hasta ellos—Tn deja de ligar con las demás. Las adolescentes de este lugar son fáciles cuando se trata de un chico apuesto.
—No es mi culpa ser tan sumamente guapo—esbozó una gran sonrisa orgullosa.
Con Tn desatado y todo explicado, buscaron la información en el libro que se ocultaba tras el cuadro de la biblioteca. Lo colocaron encima de la pequeña mesa, el grupo se juntó y la pelinegra fue pasando hoja tras hoja.
—Son excluidos sumamente raros—Xavier se paró en uno—fíjate en está criatura, solamente sale a cazar cada 23 primaveras.
—Aquí otro, y otro...—murmuraba la joven pasando las páginas—vamos...debe de estar por aquí—pasó rápidamente la del hyde pues le traía horribles recuerdos.
—Todos son tan feos...—Enid ponía cara de disgusto.
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—No todos los excluidos pueden ser tan guapos como yo—dijo Tn encogiéndose de hombros.
—Si ya habéis terminado las tonterías prestad atención—replicó Miércoles.
Prestaron atención y finalmente encontraron a la bestia. Tenía un nombre en concreto, solamente se le llamaba; el cazador de poderes. No hacia falta ser muy inteligente para saber cual era su propósito.
—Vaya...así que es un tío que se dedica a robar poderes de los excluidos—dijo Xavier cruzándose de brazos.
—Una vez asesinadas sus víctimas, adquiere sus poderes a través de consumir su carne—explicó Miércoles—y hay más. A cambio de esto, necesita de personas que sean fuertes o jóvenes para poder recuperar energías.
