Corazón de Hielo- Enid x Tn x Miércoles

10-El enemigo

Aquella noche era algo más fria que otras veces, afuera la lluvia caía lentamente mientras los animales se refugiaban del clima, pero sobretodo...de la bestia que acechaba en el bosque. Tn despertó durante unos pocos segundos, apenas veía pues las ventanas eran muy pequeñas y estaban cerradas por el monstruo. Notó algo cerca suyo, era la pelinegra, dormía abrazada a él. Le dio un beso y ella se revolvió un poco aún dormida.

Aún era temprano, así lo marcaba el reloj digital que tenía sobre la mesita de noche. Se tapó un poco más con la manta pues tenía algo de frio.

La alarma fue activada y sonó la sirena, todos los alumnos deberían permanecer en sus respectivos dormitorios. Tn sintió que algo salía de la cama, era Miércoles quien se vistió enseguida tras dar la luz. El joven tardó en acostumbrarse a la luz cuando vio a su pareja salir corriendo con una espada.

―¡Espera Miércoles!―gritó en vano.

Salió corriendo cuando estuvo ya vestido y agarró una espada también, no era tan bueno como su novia, pero se defendía.

No tardó en llegar a la zona. La criatura había pisado las alarmas y no le importó lo más mínimo, las trampas no le habían hecho nada. Tn pensó que tal vez se había cansado de esperar su oportunidad o debía de estar muy hambriento.

―¡Esto es por Eugene!―gritó la pelinegra atravesando el costado de la criatura que gritó de dolor antes de golpearla y mandarla contra el suelo.

―¡Eh bestia!―de una salto se unió a la pelea―deja en paz a mi novia.

Tn intentó atacar a la criatura quien esquivaba los golpes tras sacarse la espada del costado. Apenas sangraba, era muy fuerte, seguramente por haberse comido a otros excluidos. Aunque parecía que el joven lo tenía controlado, pronto se dio cuenta de que el enemigo estaba jugando con él y le rompió el filo de la espada.

―Supongo qué...a puñetazo limpio―recibió un golpe que lo estampó contra la pared―uff...bueno...supongo que no.

Miércoles atacó de nuevo con un cuchillo pero sufrió el mismo destino que su novio. A fin de cuentas eran personas contra una bestia. La bestia se fue acercando cuando fue embestida por un lobo, o mejor dicho, loba.

―¿Chica perro?―se fijo en los colores de su pelo―gracias.

La lucha de Enid con la bestia resonaba por toda la zona. Parecían muy igualados, pero Tn se fijo en que su amiga estaba respirando con dificultad, estaba agotándose. Miércoles le susurró que la loba aún estaba en proceso para adaptarse, todavía no controlaba muy bien su transformación por lo cual era cuestión de tiempo que fuera superada.

Los profesores acudieron en ayuda pero la bestia les lanzó una fuerte llamarada de la boca que los hizo retroceder y caer heridos. No esperaban que tuviera esa clase de poderes.

―¿Tienes el teléfono?―preguntó el joven a Miércoles―deberíamos llamar a los bomberos.

Enid se fue cara a este de nuevo cuando la bestia agarró un trozo de pilar y bateó a loba como a una pelota. Unas rocas cayeron sobre el cuerpo de ella.

―¡Enid!―gritó este antes de atacar de nuevo, intentaría usar su fuerza bruta.

Miércoles le tiró el cuchillo al brazo evitando que pudiera hacer lo mismo con Tn. El joven le asestó un fuerte golpe en la mandíbula que lo tiró contra la pared. Pero la criatura se recompuso como si nada antes de atacar al chico con fuerza. Le hizo un corte al esquivar el siguiente ataque y cayó al suelo malherido del brazo.

La pelinegra se arrodillo preocupada por este. El enemigo era demasiado fuerte para poder derrotarlo, no le quedaban ideas de como hacerle frente y ni siquiera las trampas de la entrada pudieron debilitarlo.