Corazón de Hielo- Enid x Tn x Miércoles

13-Una relación de tres

Tras lo ocurrido en Nevermore, los padres de la loba se sentaron  a hablar con ella con Tn presente quien estaba relajado, como sino tuviera miedo de sus hermanos quienes estaban con algunas vendas todavía. Su madre quería que Enid se casase, pero ella se negaba en rotundo diciendo que ella decidía la persona que amar.

—Escucha, si nos negamos...puede que venga él en persona a buscarte—comentó la madre.

—Pues qué venga—retó Tn confiado—se irá trasquilado, Enid está ahora conmigo—eso sorprendió a los presentes y Enid esbozaba una pequeña sonrisa mientras ocultaba su sonrojo agachando la cabeza.

La discusión ocupó mucho rato, pero al final, la mujer viendo qué no cederían ni darían su brazo a torcer, aceptó que no se casase con el pretendiente que le habían conseguido. La loba abrazó a sus padres antes de que se marchase, le guardaba un gran cariño. Tn por su parte le dio un apretón de manos.

—Gracias por cuidar de ella—susurró al chico.

—Es un placer, tiene una gran hija—dijo esté.

Tn estuvo un poco más de tiempo con los Addams quienes tenían un gran aprecio por el chico ya que se mostraba directo y a diferencia de otros, no tenía reparos en los comportamientos y gustos por los asesinatos y tortura de ellos. Y además de eso, se mostraba muy feliz al lado de su hija, algo que era difícil de encontrar.

—Bueno, me alegra haberte conocido—dijo el hombre tendiendo la mano al chico.

—El pacer es mío señor Addams, señora Addams...Pugsley—luego Miércoles los abrazó durante apenas unos pocos segundos.

Se quedaron viendo como se marchaban. La pelinegra regresó al interior acompañado de su chico. Tenía la misma mirada fría e indiferente de siempre.

—¿Qué te ocurre?—preguntó Tn viendo su cara—algo te preocupa.

—Así que la loba también estará en nuestra relación—se paró para mirarlo.

—Tranquila, no habrá más chicas que vosotras dos—replicó tranquilo—y no te preocupes, puedo daros todo el amor a ambas.

—Espero que sepas cumplir con tu palabra

—Por supuesto, ¿acaso no confías en mí?—la tomó de la barbilla—¿te apetece luchar?.

Ella solamente le miró durante unos segundos.

—Aunque me gustaría...debo escribir, he retrasado la escritura demasiado tiempo

—Entiendo, iré con Enid a Jerichó a tomar algo, ¿te traigo algo?

—No, si se me ocurre algo te aviso

—Entendido, suerte mi escritora sangrienta—le dio un beso rápido y se fue a buscar a Enid quien estaría seguramente en la habitación de Yoko.

Al llegar, tocó a la puerta y fue recibida por la vampira. No muy lejos estaba Enid sentada y riendo por unas cosas que estaba mirando en su teléfono móvil.

—Disculpa Yoko, ¿te importa si me llevo a Enid?—ella levantó la cabeza y al ver al chico se sonrojó.

—Uy, ¿a dónde vais?—preguntó con una sonrisa pícara.

—A Jerichó, y quien sabe...quizás luego acabe en mi cama y tapada con mis sábanas.

La vampira miró a Enid quien enseguida se fue a por el chico para irse.

—¡Nos vemos luego Yoko!—dijo ruborizada.

—¡Luego me tienes que contar!.

Enid se arregló para ir a Jerichó y Tn se quedó esperando en la entrada. Tomaron el autobús y en el trayecto, la loba se mostraba algo nerviosa. Se preguntaba como era el chico como pareja. Su roomie le había puesto al corriente de la relación, ahora eran tres. Aunque Miércoles dudó durante un tiempo, le dijo que estaría bien siempre que Tn cumpliera su palabra y no entrase ninguna más a la relación.