Capitulo 5

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Brittany

Mi mañana se pasó rápido.

Tres cortadas y peinadas, unos reflejos, y unos retoques en las raíces. Todos clientes sin reserva de último minuto que no pudieron conseguir una cita con su estilista regular.

En este momento tenía que trabajar con esto, y eso me parecía bien.

Sue incluso le dijo a la gente que aceptábamos clientes sin cita, por mi beneficio.

La única empleada, a excepción de Sue, que trabajaba hoy era Dani. Era la segunda vez que trabajaba con ella, y era muy ruidosa y parlanchina. Y también se reía mucho.

Y tenía un montón de clientes masculinos.

Los pantalones de cuero ajustados que tanto le gustaban parecían ser muy populares con los hombres.

—Te oí hablar con tu hijo hace un rato en el teléfono. Mencionaste a Santana—dijo Sue cuando se paseó de nuevo por la habitación en tacones de punta.

No tenía idea de cómo esa mujer llevaba esos tacones y se mantenía todo el día de pie.

Asentí, sin saber por qué trajo a colación la breve conversación que tuve con Santiago hace una hora para asegurarme de que todo iba bien. Salió a jugar fútbol con Santana y estuvo a punto de colgar la llamada y regresar a divertirse.

—¿Era de López de la que hablabas? Como conocías a Marley Marin Rose cuando entró, y luego oí el nombre de Santana, y ya que ella es amiga de Kitty, pensé que tal vez también conocías a Santana.

Todavía no sabía por qué eso importaba.

—Sí, era Santana López. Hoy está cuidando a Santiago por mí.

Sue me estudió un momento, y luego una sonrisita tiró de sus labios.

—No estás metiéndote con Santana, ¿verdad? No es el tipo de chica que se queda. Es más del tipo que se mete con varias chicas a la semana.

Ya lo sabía.

Santana siempre había sido una mujeriega. Sin embargo, no tenía más interés en ella que el que fuera parte de la vida de Santiago.

Santiago necesitaba otra persona en su vida, y su tía sería la oportunidad que tendría.

—¿Estás viendo a Santana López?—preguntó Dani, sacudiendo la cabeza y haciendo que sus rizos se balancearan—Esa chica puede... hacerlo bien. Sabes a lo que me refiero. Maldición, casi que me arruinó para cualquier otra persona. Tuve que esforzarme para sacarla de mi sistema.

Sue me dio una mirada significativa, como diciendo: ¿Ves a lo que me refiero?

Intentaba sacarme de la cabeza los pensamientos de Santana y Dani haciéndolo bien. No era una imagen mental que necesitaba, aunque estaba segura que el culo desnudo de Santana era algo agradable de ver.

—Juro que si merodea por aquí de nuevo, más luego iré a encargarme de ella. Es así de buena.

De acuerdo, ya tenía suficiente del festín de sexo de Dani con Santana.

—Es una vieja amiga. Era la hermana mayor de mi novio de la secundaria. Nada más. Simplemente me ayuda a cuidar de Santiago—terminaba de limpiar mi puesto mientras hablaba.

No quería ninguna de sus miradas indiscretas sobre mí, pero podía sentirlas perforándome la cabeza.

—¿Saliste con su hermano menor? ¿El que estuvo en el accidente?

Mierda. No quería hablar de eso.

Simplemente asentí y seguí ocupada. No permitiría que Alfonso se convirtiera en un tema de conversación.

AgarrateWhere stories live. Discover now