Capitulo 18

57 3 0
                                    

Brittany

Ella estaba en todas partes a la vez.

La cabeza me daba vueltas, y si no me hubiera apoyado contra la pared, habría estado desparramada en el suelo.

Era abrumador y emocionante.

Santana chupó mi labio inferior antes de dejar besos a través de mi mandíbula, luego pasó a torturar detrás de mi oreja.

-Quise hacer esto durante tanto tiempo-susurró contra mi piel-En este lugar. Por todas partes. Mierda, Britt, no sé si puedo ir lento. Lo deseo tanto, pero en este momento solo quiero estar dentro de ti.

Quería a Santana de cualquier manera que pudiera tenerla. Saber que ella quería más conmigo que una noche y que quería esto me hizo estar dispuesta a conceder todos sus deseos.

-Tenemos toda la noche-le dije.

Luego fui recogida, y envolví las piernas alrededor de su cintura mientras me llevaba a través de una puerta a un lado de la cocina, directamente a una cama extra grande en el medio de la habitación.

-Desnuda y en mi cama. Deseo eso. Ahora-dijo, quitándose la camiseta junto con el sujetador y arrojándolos lejos.

Sus pechos eran magníficos, quería mi lengua en ellos...y mis manos también.

Tomó mi camiseta, y elevé las manos para dejar voluntariamente que me la quite. Sus ojos parecían estar en llamas cuando me observó en mi sujetador.

-Quítatelo. Quiero ver-dijo, sin apartar la vista de mi pecho.

Desenganché el broche y dejé que mi sujetador caiga hacia delante. Entonces lo quité por mis brazos y lo moví a un lado. No importa donde terminó. Solo me importaba el aspecto de hambre en la cara de Santana, y saber que era yo lo que miraba así.

Sonó como si hubiese murmurado algo así como "tetas mágicas", pero no me hallaba segura de haberle oído bien. Tenía las manos en la cintura de mis pantalones cortos, tirándolos hacia abajo, por lo que todos los pensamientos de su murmullo me abandonaron.

Yo solo había estado completamente desnuda con un hombre, y él fue un chiquillo. Tampoco nunca se había tomado su tiempo conmigo así. Ni me miró como si estuviera asombrado.

Santana se arrodilló frente a mí y abrió mis piernas. Aspiré una bocanada de aire mientras besaba mi rodilla y me miró con los ojos entornados.

-Me encantan estos rizos rubios. Tan condenadamente caliente.

Oh Dios.

-Échate hacia atrás, Britt. Y mantén estas piernas abiertas para mí-dijo mientras se levantó y desabrocho sus pantalones vaqueros.

Quería verla bajar esos pantalones vaqueros, pero hice lo que me pidió, tratando de verla a la vez.

Había fantaseado sobre todo esto durante mucho tiempo.

-Voy a tener que probarte primero. Quiero estar dentro de ti, bebé, pero tengo que besar esto-dijo mientras su mano me tomaba entre las piernas.

Me encontraba expuesta, y debería haberme sentido vulnerable. Pero era Santana. Se sentía bien.

Fue emocionante.

Se dejó caer de rodillas y levantó mi pie derecho, luego lo besó antes de poner la pierna por encima del hombro. Luego hizo lo mismo con el izquierdo.

El calor de su aliento estaba tan cerca que me estremecí.

-Hueles como la maldita tienda de dulces-dijo poco antes de que su lengua se deslizara en mi contra.

AgarrateWhere stories live. Discover now