Capitulo 13

54 6 0
                                    

Brittany

—Más—susurré en el cuarto oscuro—Por favor, San, quiero más. Hazlo más duro—rogué.

Mis ojos se hallaban cerrados fuertemente mientras Santana se cernía sobre mí, deslizándose más profundo y más profundo. Alcé las piernas en su espalda y enterré mi rostro en la almohada junto a mí mientras gritaba algo sobre lo bien que se sentía.

Cuan hermoso era su cuerpo mientras trabajaba sobre mí. Sus traviesas palabas me decían cuan sexy y bien me sentía.

Moví los dedos más rápido, dejando a la fantasía desarrollarse hasta que mi cuerpo se sacudió con la liberación.

Era la misma fantasía que estuve usando desde el día que Santana entró en mi casa cuando nos mudamos.

Se hacía más y más detallada.

Como esta noche, me había dicho que olía bien mientras me probaba y corría su lengua donde nadie nunca estuvo.

Me estaba excitando de nuevo y necesitaba dormir. Las fantasías acerca de Santana podían seguir por horas.

No tenía vergüenza en la oscuridad de mi cuarto.

Ella se hallaba aquí conmigo y me encantaba cada cosa que hacía.

Cuando me preguntó hoy si me daba placer yo misma, sé con seguridad que mi cara lo dijo todo.

No podía alejarme de ella lo suficientemente rápido.

Que supiera que estelarizaba en mis tiempos de juegos cada noche sería humillante.

El hecho que dejo ir mi fantasía de ella dentro de mí era interesante, ya que desde que Santana regresó a mi vida normalmente fantaseaba con ella sobre otras cosas.

El acto de curso actual nunca había tenido ese atractivo para mí. Pero la idea de Santana estando sobre mí y entre mis piernas me ponía caliente y me molestaba.

Tal vez ya era lo suficientemente mayor para disfrutarlo ahora. Era tan joven en ese entonces.

Mi teléfono sonó y me estiré para tomarlo. Nadie me mandaba mensajes tan tarde.

¿Despierta?

¿Por qué me mandaba mensajes?

Oh Dios, ¿sabía de alguna manera que acababa de usar su cuerpo para darme placer?

Le dejé a mis dedos cernirse sobre las teclas del teléfono un momento, entonces finalmente respondí.

No.

¿Estás en la cama?

¿Acerca de que preguntaba?

Sí.

Debería ignorar esto.

¿Duermes desnuda?

Bien. Espera un minuto.

Esto no es nosotros siendo amigables. Y no podía manejarlo haciendo esta cosa de frio y calor.

¿Qué quieres? Esta conversación está yendo en una mala dirección.

No respondió ahí mismo.

Pensé por un momento que mi regaño la hizo retroceder. Entonces mi teléfono se iluminó de nuevo.

Lo sé. Lo siento.

Lo hizo.

¿Por qué me sentía tan decepcionada?

Es solo que si vas a jugar contigo misma quiero saberlo. Quiero verlo. O al menos puedes decirme sobre ello.

Santa mierda.

AgarrateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora