12. Sao Paulo

2 1 0
                                    

A los dos días salieron para Sao Paulo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

A los dos días salieron para Sao Paulo. La despedida de la familia fue muy sentida. Entre besos, abrazos entre hermanos, hermanas, primos, sobrinos y recuerdos a los padres y tíos, Carminha y Xandé subieron al tren junto a Georges, Albert y Candy. Aunque viajaban en primera clase, el viaje no dejaba de ser lento, cansado, húmedo y muy caluroso. El traquetear del tren podía llegar a enloquecer, igual que el calor, que a pesar del movimiento del tren, abrumaba de forma constante. A excepción de cuando el tren paraba en algún pueblo. Parecía que la nube de calor y humedad los alcanzaba para aplastarlos. O era el calor o el tropel de gente que se aproximaba al tren a vender todo tipo de alimentos y bebidas, especialmente en segunda y tercera clase. La vía era relativamente nueva. Los Fazendairos del café la habían construido para sacar sus sacos hacia el Atlántico y llevarlos a New York. Justo el camino opuesto al que ellos habían realizado.

A pesar de las incomodidades no se podía negar que las vistas eran hermosas: las montañas de un lado, en todos los tonos posibles de verde, el mar a lo lejos, de un azul profundo y brillante, y en medio, una selva arrolladora bullía de vida explotando en todos los colores del arcoiris, como fuegos artificiales, pero de día.

Aunque Candy se sentía de muy buen humor, no la estaba pasando muy bien. El embarazo le estaba haciendo estragos y todos los olores del tren, de las personas, de la comida, el continuo traqueteo, le causaban mareos, nauseas y vómitos constantemente.

- !Siento mucho arruinarles el viaje a todos!

- Yo siento mucho no haber pensado en que sería muy duro para tí, Pequeña.

- No te preocupes amor, llegaremos pronto y podré descansar. - Albert hizo una mueca de disgusto, negando con la cabeza y acunándola entre sus brazos.

- No amor, no estás para viajes tan largos y pesados. Debemos ser cuidadosos.

- Albert tiene razón, Candy - interrumpió Carminha - Estás en el primer trimestre, que es el más riesgoso. Ningún cuidado está de más. Cuando lleguemos te quedas en cama al menos una semana. Por el momento, ten, toma bastante agua. Debes hidratarte.

- Esto no es sólo agua. ¿Tiene... jengibre?

- Así es, te ayuda para los mareos

Llegaron a Sao Paulo sin más contratiempos. Un auto del Banco Comercial de Brasil los esperaba en la estación y los acompañó hasta la residencia que habían comprado las empresas Ardley para su estancia en la ciudad Paulista. Era una hermosa y gran casa en un nuevo y exclusivo barrio de la ciudad. Sao Paula estaba creciendo, poblándose de empresarios extranjeros que llegaban atraídos por el buen clima de negocios de la ciudad. Los barones del café también levantaban hermosas casas para supervisar el acopio y transporte de sus cosechas.

Albert llevó a Candy en brazos hacia la habitación que compartirían y no volvieron a verlos hasta el día siguiente. Bueno, solo Albert dio señales de vida al día siguiente, ya que debía salir con George y Xandé a trabajar. Candy se quedó en cama, descansando bajo las órdenes de su rubio esposo que la dejó muy recomendada con Carminha.

Un Amor del MAR para el Caballero BlancoWhere stories live. Discover now