Park Jimin de 20 años es un lindo zorrito rojo caprichoso y mimado por su padre. Todo lo que quiere debe ser suyo cueste lo que cueste, incluso si es el nuevo novio de su madre.
Min Yoongi tiene 30 años y es apuesto, millonario y muy inteligente su...
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El silencio en el automóvil de Yoongi era tan hiriente que casi cortaba con su filo.
Era muy incómodo.
Jimin iba mirando por la ventana del auto mientras que Yoongi conducía sin apartar la vista del camino.
Pero en su pecho el zorrito se sentía lastimado y muy dolido porque lo que más odiaba en el mundo era que lo compararan con su madre. Esa mujer era todo lo que él no quería ser jamás.
Era una interesada eso lo sabia muy bien Jimin, lo supo cuando tuvo la edad suficiente para entender que los había abandonado porque su padre no le podía costear los lujos a los que ella estaba acostumbrada. Lo supo cuando se casó por segunda vez y por tercera vez, ella no tenía la capacidad de tener sentimientos por nadie más que por ella.
Daehyun era demasiado narcisista.
Y Jimin no era así en definitiva, jamás. Él amaba los lujos que su padre le daba si, eso era obvio ¿quien no lo haría? Pero amaba mucho a su papá, amaba a Taehyung y a sus amigos. No podía concebir la vida sin ellos.
Pero ella era tan egocéntrica, Jimin la conocía y sabia que no quería a nadie que no fuera ella misma. También sabía que no amaba a Yoongi que no sentía por él más que amor a su dinero. No sabía a ciencia cierta que era lo que Yoongi sentía por ella ni que le veía a ella tampoco. Pero eso no lo haría rendirse. Se había propuesto algo y ese algo era ganarse el afecto de Yoongi pero por ahora haría una pausa.
Seducirlo en el auto el primer día no había funcionado, besarlo tampoco funcionó, morderlo menos, seducirlo esta mañana cuando hablaba con Daehyun por teléfono tampoco a pesar que le había susurrado cosas haciendo alusión a la comida "deliciosa de Daehyun" cosas como "Tú también podrías haber comido delicioso pero te haces de rogar Daddy"
Nada había resultado porque Yoongi seguía sin darle ninguna señal que mostrara su interés, así que debía planear a la perfección su siguiente movimiento.
Pero por ahora quería estar solo en su habitación y llorar en paz porque ese hombre con el que se había encaprichado le había lastimado, quizá fue sin querer pero lo hizo.
Yoongi le veía de reojo cada tanto sin atreverse a hablar, además estaba seguro de que con lo sentido que en ese momento iba no le respondería de buena manera.
Yoongi le miró una vez más cuando el auto se detuvo en una luz roja.
—Jiminie lo lamento. —Dijo mientras observaba atentamente al pelirojo.
Jimin no le volteó a ver en ningún momento, solo sintió cuando la luz cambió a verde y Yoongi continuó conduciendo.
—Mira no se lo que dije solo lo dije sin pensar, no quería decirte eso, no te conozco lo suficiente como para...
