Era la octava vez en lo que iba de la semana que le mencionaban sobre eso: la bonita pareja que él hacía con esa chica que era su compañera de clases

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Era la octava vez en lo que iba de la semana que le mencionaban sobre eso: la bonita pareja que él hacía con esa chica que era su compañera de clases. Cada vez que había escuchado un comentario como ese, su primer instinto había sido buscar la mirada de la muchacha, porque quería encontrar algún indicio sobre su pasado. Pero ella solo se cubría el rostro con ambas manos para esconder un notorio sonrojo y terminaba marchándose de su vista, totalmente avergonzaba.

Yaoyorozu Momo era una muchacha inteligente, amable, respetuosa, tradicional; la representación perfecta del concepto yamato nadeshiko*. Era el tipo de mujer que cualquier japonés amaría. Por eso, en su mente, se hacía lógico que su "yo anterior" se hubiera enamorado de ella. Le provocaba sentimientos de ansiedad el hecho de que en ese poco tiempo que había estado con sus compañeros, aunque descubrió que tenía muchas cosas en común con Yaoyorozu, no pudiera sentir nada cuando estaba con ella. Habían compartido varias tardes y muchas charlas, las chicas de su curso eran muy amables y sociables, siempre lo incluían y le enseñaban a ver el mundo con ojos frescos, radiantes, enérgicos; lo sacaban de su tétrico abismo. Con ellas veía películas y leía mangas porque Shoto quería comprender el mundo y sus sensaciones, para no sentirse tan vacío. Pero no había conseguido hacer florecer nada en su interior.

Por eso le inquietaba. ¿Y si antes había estado enamorado? ¿Y si ya le había confesado sus sentimientos a alguna persona? A veces pensaba que todo sería más sencillo si simplemente le contaran su pasado. Se estaría ahorrando muchas horas de desvelo y de dar vueltas sobre las mismas preguntas una y otra vez. ¿Alguna vez había logrado sentir mariposas en el estómago? Pasaron los días y la pregunta seguía allí, encontró una solución al comienzo de su tercera semana en UA: "no importa el pasado, quiero sentirlo en el presente", determinó. Así que al escuchar un comentario respecto a ese tipo de relación por novena vez, no se quedó callado.

"Hacen una pareja excelente" fueron las palabras que dijo Mina Ashido frente a todos sus compañeros, en el ala común, tras apagar la televisión. Una declaración que fue acompañada de una oleada de sonidos tiernos y burlones en dirección a Todoroki y Yaoyorozu. La chica volvió a cubrirse la cara, sentada a su lado, pero se rio, como si fuera un chiste habitual que no la hacía sentir incómoda.

—¿Lo fuimos? —preguntó Todoroki de repente, con total seriedad, creando el silencio más pesado que presenció desde que recuerda. Todos quedaron estáticos en sus respectivas posiciones, pero Shoto no apartó la mirada de Momo. Estaba decidido a averiguarlo—. Yo... no lo sé. Y no me gusta la idea de que todo este tiempo hayas estado guardándote tus sentimientos solo porque no lo recuerdo.

Se veía hermosa, su piel clara resaltaba los ángulos de su rostro de forma perfecta, los ojos negros brillaban y lo miraban fijo, los labios finos parecieron temblar. Era la primera vez que Todoroki miraba tan atento el rostro de alguien, desde tan cerca. Estaban uno al lado del otro y se miraban como en una novela romántica. Resistió la tentación de fruncir el ceño, de verdad quería sentir algo.

Tabula rasaWhere stories live. Discover now