M.I.A - Alastor [Hazbin Hotel][+21]

M.I.A [27]

—¿Qué piensas de mi propuesta? —dijo completamente entusiasmado Alastor.

—Mmm, ¿Tienes una idea que pueda suplantar eso en caso de malos pasos?

—Créeme querida, nunca fallará, te lo aseguro.

—Las palabras se las lleva el viento, cariño, yo necesito acciones para que demuestres que realmente funcionará, sino no hay trato.

—Eso no puedo discutirlo, yo también pienso igual, pero por ahora necesitaría más "poder" si sabes a lo que me refiero —no era estúpida, su doble intención tenía desventajas altas, pero no era un mal plan después de todo.

—¿Qué recibiré a cambio de ese favor tan especial? No soy alguien fácil de complacer, ya lo sabes —su mirada no salía de aquellos ojos rojos hasta que los pasó a la taza de café que trajeron para ambos.

Alastor estaba en desventaja en este momento, tenía razón, complacerla no era sencillo, si no es útil eras simplemente desechado sin piedad, no por algo ella escogió a los Overlord de primera mano los cuales aunque muy pocos son inteligentes, tienen cualidades que son favorables para su persona, incluyendo los tratos.

Siguió pensando en que poder darle sin llegar nada a su cabeza, ella veía como batallaba en encontrar algo con los ojos cerrados por la concentración, divisó que sus orejas se movían reaccionando a sus pensamientos, bajando y subiendo, viéndolo de forma enternecida.

—Para ser un caníbal sediento de poder completamente sádico, te ves malditamente tierno ahora —abrió los ojos para darse cuenta, la sonrisa mostrada daba a entender que lo veía como si fuera un niño, levantó las orejas para no tener que pasar por otro momento vergonzoso frente a ella.

—Creo que eres la única que me llama tierno sabiendo como soy.

—Y por que sé como eres es que lo digo —se levantó del asiento frente a Alastor para sentarse directamente a su lado—. Te ayudaré con ese favor, luego veré que puedo pedirte por mi ayuda.

Dio un pequeño golpe en la nariz del hombre para achinar los ojos por haber hecho eso al demonio radio, lo cual la hizo sentir bien. Alastor aún no creía que se dejara hacer cosas tan raras por esta mujer. Abrazos, coqueteos, apodos, salidas juntos, realmente era una amistad algo particular si se podía decir, pero extrañamente eso le encantaba de sobremanera lo cual no quería perder... Más ahora que estaba yendo bien el recolectar almas.

—Primero, lo que necesitarás hacer es poner en la punta del acantilado a la tan famosa empresa de los V's.

—¿Por qué ellos?

—Créeme, aunque Vox te declare la guerra, es muy poco astuto cuando pierde el control, ¿Y quién mejor para desquiciarlo que su mayor enemigo?

Era un punto de partida, aunque no fuera tan cercano, los conocía por su idiota idea de reinar el infierno a través de la evolución tecnológica, adaptándose a modas que solo volvían más inservibles a todos. Control mental, si lo simplificamos, tambalear sus esperanzas por ser amos de todo, realmente sonaba divertido, ya vería a ese idiota gritar de decepción propia.