M.I.A - Alastor [Hazbin Hotel][+21]

M.I.A [34]

—Escucha Lu, se que no tengo ninguna restricción, pero ir así como si nada, no creo que sea lo apropiado —su actitud no encajaba con sus palabras, no lo decía preocupada más bien... Neutral.

—Se que es insoportable, pero sólo este favor ¿Si? Haré lo que quieras luego de esto —tomó sus manos para enredar sus dedos buscando apoyo.

—Esta bien, ya van dos seguidas —"sería beneficioso el tener favores para más tarde."

—Gracias, con gusto los cumpliré —como era costumbre para ambos, se abrazó de su cintura apoyandose en su pecho, Astarté era unos centímetros más alta que Charlie, por lo que Lucifer siempre acababa entre su pecho, cosa que cierto hombre no lo tomó bien.

—Creo que es hora de concluir la visita por hoy, ¿No es así, su excelencia? —el bastón hizo crujir la madera al ser apoyado en el suelo con fuerza.

—Tiene razón, Lu, por tu pedido me quedaré aquí a ayudar, tenemos que arreglar este lugar y coordinar el viaje al cielo.

—Esta bien, sólo por favor —acarició el rostro de ella entre sus manos para poder unir sus frentes—. Por favor, cuidate, cuídala, no quiero que les pase nada.

—Esta bien, la cuidaré mucho —sonrieron tiernamente asombrando a los presentes por el cariño que emanaba ese Arcángel al Ángel. Sería mentira si dijeran que no eran una imagen de paz pura, el simple hecho de verlos, daban esa sensación.

—Bien, nos veremos pronto, hasta luego nena —vió por última vez a Charlie para teletransportarse, desapareciendo en el acto.

—... —

Hubo silencio hasta que se escuchó un grito ahogado de parte de Charlie.

—Hay que preparar todo para nuestro viaje al cielo, esto será genial.

—Claro que si, pero recuerda esto, siempre mantente cerca de mí, no sabes lo peligroso que es ese lugar lleno de tentaciones.

—Espera, ¿Cómo que tentaciones? Se supone que es el cielo, no hay nada como eso ahí —estaba algo dudosa del comentario hecho por su tía.

—Charlie, nada es lo que parece, los Ángeles, Arcángeles, Serafines, querubines, entre otros, son carroños. Falsos profetas que mueven a su antojo las palabras de Dios, no creas que será fácil por decir que son celestiales, crearon la tierra con el fin de tener algo sobre que gobernar.

—Tía, no digas eso, quizá parecen locos con sed de sangre como los pecadores, pero de eso se trata, que se puede probar encontrar un vínculo entre nuestros reinos así dar a entender que podemos cambiar.

—Creo que eso no tiene logi-...

—Vaggie, hay que preparar todo, ya que tú me acompañaras —dijo para interrumpir a su tía y abrazar a su amada.