El amor es impredecible, caótico y no conoce barreras.
Eso lo aprenderán April y Alexia, cuando al enamorarse de la manera más inesperada, deban enfrentar toda una montaña de problemas y discriminación.
Familia, amigos, desconocidos.... todos tendrá...
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«10:45 AM»
Los pájaros cantaban, pero de esa forma las jóvenes que se encontraban compartiendo la cama no se despertaron hasta que la alarma de un teléfono los asustó.
—¡No puede ser… me van a quemar viva! —exclamó Alexia vistiéndose con rapidez.
«¿Por qué rayos estoy desnuda?» Pensó. «Que no haya hecho lo que creo que hice. Por favor, no puedes ser tan malo conmigo.»
—Mmm… mi cabeza —exclamó April con una mueca de dolor.
—¿Desnuda? ¿Qué? Ay no, ¿Muscules…? ¿Qué fue lo que pasó? —preguntó al aire.
«¿Muscules…? ¿Y ese quién es?» Pensó Alexia. «¿Estará delirando y llama al ex?»
—¿Justin? ¿Dónde estás?
Al no recibir una respuesta, con pereza abrió los ojos y desde su lugar April levantó la vista y respiró tranquila al ver su habitación, pero un fragmento de una de sus vivencias, llegó como una ráfaga de viento y eso la asustó.
Alexia al darse cuenta de que la chica también se hallaba desnuda se acordó de lo que pasó. Aunque trató de no hacer ningún ruido mientras se ponía su ropa seguido de los zapatos.
«No de nuevo, ¿por qué me pasan estas cosas?» Pensó. «Debo salir de aquí.»
—Ay, no puede ser, ¿qué hice anoche? —murmuró April mientras se tomaba la cabeza—¡¿Qué haces en mi habitación?! —dijo al apreciar un par de ojos color gris azulado al lado derecho de la cama.
—Te juro qué… Esto tiene una explicación —dijo Alexia tragando saliva con fuerza.
Aunque no lo expresara con palabras se hallaba nerviosa y es que, no conocía a esa chica, más de la información que Justin le había dicho.
—¡Carajo! —gritó April—. Es tardísimo y no fui a trabajar… tengo llamadas de Ciro y Tunsdel —dijo respirando con clara angustia.
—Oye… lamento lo que haya pasado anoche. No sé sí…
—Mira… Coolyn, si es que ese es tu verdadero apellido. Será mejor que te largues. No te quiero ver ahora, ni nunca.
—Pero… Mira, sé que lo que sea que ocurrió, ese no era mi plan… vine porque Justin me invitó, por el aniversario de la muerte de su hermano y lo vine a acompañar. Pero jamás busqué tener algo contigo.
—¡No me interesa oír tus excusas baratas! ¡Ahora vete y no vuelvas! —espetó de manera amenazante.
Aquella acalorada discusión acabó y Alexia salió de la habitación y posteriormente de esa casa no sin antes despedirse de Justin que se encontraba en la sala.
