XXI. De cupos y abrazos

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No estaba saliendo con Armstrong literalmente. Y con el temblor en su garganta no podía recordar el nombre de la porrista frente a ellas para responderle ¿Era Yaya? ¿O Irene? La chica que siempre la desafiaba a correr más rápido porque aseguraba que algún día alcanzaría su meta y la superaría. Irene siempre hacía cosas con intenciones de quedarse con su puesto, como ser más cruel que ella con los junior u odiar a Becky más que todo el escuadrón junto.

Posiblemente se trataba de ella y lo confirmó tras parpadear varias veces. Fue en ese momento que notó la manera apresurada en la que había actuado. Pero no se arrepentía. Le gustaba Becky, estaba enamorada de ella y el cariño de a poco crecía, si continuaba así, estaba segura de que la querría en tan solo unos días. A ese grado de importancia se había colado la bailarina en su vida y no iba a regresarlo todo atrás para terminar como antes, arrodillada luego de tratarla mal y disculpándose por sus actos.

Irene alzó una ceja, esperando su respuesta y luego le dió un empujón a Becky, con su hombro. Gesticuló con molestia y de un salto llegó a ella justo cuando Sylvester aparecía para calmar la situación. Recibió un brazo a lo largo de su pecho y la arrastraron hacia atrás, alejándola de la chica y la entrenadora se colocó en medio:

- Creo que...no, no creo. Te exijo una explicación de lo que acabo de ver, Chankimha- le ordenó la mujer y ella la miró. Podía decírselo si quería, pero no con todas sus compañeras presentes y esperando porque abriera la boca para largar sus comentarios hirientes y burlarse. Sin embargo, la mujer volvió a gritarle y ladeó la cabeza, molesta antes de responderle - ¿estabas besándote con Rebecca Armstrong? -

- Señora Sylvester, si me disculpa y puedo...-

- Señorita- corrigió su entrenadora a Becky y ella la observó. La rubia estaba nerviosa, lo veía en el temblor de sus manos y el titubeo de sus labios, pero así mismo esperaba su turno para que ella no tuviera que enfrentarlo todo. Freen miró de reojo a Nam y su amiga asintió, avanzando hasta la bailarina y jalándola de la cintura unos metros al costado - ¿Chankimha? Estoy esperando-

La morena dejó ambas manos en su cadera y alzó su mentón, con sus ojos solo en la mujer y comenzando a hablarle a ella:

- ¿Me echará de su escuadrón dependiendo de mi respuesta? - Sylvester agudizó la mirada y la observó al punto de crisparle los vellos y chocar sus dientes, con el frío recorriendo la espalda. Pasaron segundos, en que los hombros de la mujer se aflojaron y luego los alzó, chistando como si la situación no le importara-

- No me interesa con quiénes se acuestan si tendré otro trofeo en mi vitrina. Ahora ¡a trabajar, vamos! - Freen la vió alejarse, ordenando con megáfono en mano y ella se acercó a Irene. Incluso pudo ver el bulto en medio de su garganta antes de ser tragado, temeroso de que lo fuera a decirle-

- Si tienes algún problema con lo que viste, ve dejando el uniforme y tu lugar a alguien que no los tenga. Te lo está ordenando tu capitana- la miró de arriba abajo y luego a quienes la acompañaban - Y a ustedes...creo que queda claro que no quiero comentarios fuera del Instituto porque dentro la pasarán peor- Las amenazó y, tras chistar los dedos, el resto de sus compañeras corrió tras la entrenadora y desaparecieron de su vista.

Con ambas manos firmes en su cintura, Freen siguió los pasos de Nam y llegó a Becky, que la esperaba ansiosa y exaltada por lo que acababa de pasar.

- Ve a tu clase, Becky. Nos vemos en el almuerzo ¿de acuerdo? -

- Pero Freen ¿está todo bien? No debiste hacerlo, besarme así no....-

- Hablaremos de eso luego- le dijo estirando su brazo y acariciando el de la bailarina - te buscaré en el comedor después. Nos vemos- con rapidez, se atrevió a besarle la mejilla y luego le dió un golpe suave a la cadera de Nam, para alejarse finalmente de allí-

Bajo sus EncantosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora