Bajo sus Encantos

XXV. Bajo sus encantos

Es el último año en Private Bangkok y tenía su trabajo dentro de él. Por eso, estando a diez días de navidad, selló su último cupo y por el cual se había pasado trabajando desde la noche anterior. No en el solo, en un total de 15 más. Quizás estaba siendo demasiado optimista, pero, en épocas de fiestas navideñas, todo el mundo soñaba más allá de lo que debería.

Acomodó los sobres en una carpeta y decidió que esa sería la que llevaría en mano, para acceder más rápido a sacar y entregarlos luego. Dejó su cuarto, manteniendo el entusiasmo con el que se había despertado y ocupó la cocina por su desayuno.

- Buenos días, adorables padres ¿han visto el sol hermoso que nos acompaña hoy? Mmm, esto sabe delicioso- agregó al tomar una galleta y darle una mordida. Marco la miró por sobre el periódico que estaba leyendo y Jun con la taza sobre sus labios, inmóvil y sorprendido - ¿sabían ustedes que tienen una hija que los ama? Deberían saberlo- terminó dejándole un beso en la mejilla a cada uno antes de abrir la heladera-

- Becky ¿estás bien? - le preguntó Marco-

- En perfecto estado, padre ¿por qué lo preguntas? -

- Bueno hoy estás...más contenta de lo normal- continuó él - es decir, siempre estás contenta pero hoy...-

- Error, padre- lo cortó ella - hoy estoy feliz, no contenta- aseguró con una sonrisa y ambos hombres se miraron-

- Ajá- murmuraron los dos - ¿y por qué razón, cariño? - continuó Marco - ¿te darán alguna calificación? ¿te dieron ayer alguna buena? ¿tienes audiciones? ¿de qué se trata, hija? -

- Simple- respondió Becky alzando los hombros - su hija tiene novia- juntó sus manos, emocionada y esperó por la reacción de alguno. Marco comenzó a toser, tras atragantarse con el desayuno y, luego de unos segundos, Jun balbuceó una especie de felicitación-

- ¿Qué has dicho? - inquirió Marco-

- Dije que tengo novia. Ahora la tengo, desde ayer, en realidad- agregó con una sonrisa - ¿no van a felicitarme? -

- ¿De quién se trata? - continuó su padre. La rubia pestañeó, él no sonaba contento como lo estaba ella interna y externamente ¿cambiaba algo de su felicidad si le decía de quién se trataba? Ensanchó una sonrisa mayor, por supuesto. Se trataba de Freen, ella era su novia y no se había fijado en otra chica para que ocupara ese lugar. Así que se acercó él, robándole algo de su té y luego le respondió - ¿acaso tus golpes tienen que ver con eso? -

- No, papá, no tienen nada que ver con eso- musitó. En su rostro, sobre su ceja izquierda, una pequeña venda se adhería cubriendo un rasguño que la misma Freen colocó tras el partido en el que ella no participó los minutos del segundo tiempo - ¿Por qué quieren conocerla? ¿le harán preguntas? No quiero que la incomoden-

- ¡Por supuesto que le haremos preguntas! - aseguró Marco y ella rodó los ojos. Él, el menos sonriente de los dos, el más protector y quién siempre evitaba la conversación de las relaciones, posiblemente a él no le cayera nada bien si dijera de quién se trataba - ¿Quién es, Becky? -

- ¡Marco! - lo reprendió su esposo y poniéndose de pie. Él la abrazó con una sincera sonrisa y la morena sonrió. Jun era la contraposición justa para Marco y, a pesar de sus diferencias, el amor no parecía desaparecer - ay, mi niña tiene novia ¿es linda? ¿te trata bien? ¿se conocen del Instituto? -

- ¿Se han besado? - preguntó Marco con seriedad y ella lo miró con obviedad-

- Por supuesto que nos hemos besado. Muchas veces-

- Eso quiere decir que...quizá se hayan visto muchas veces ¿la conocemos? - insistió Marco -

- Sí- aseguró ella con su mayor sonrisa justo cuando el claxon de un auto se oyó. Becky tomó nuevamente su carpeta y colgó su mochila - es ella, me llevará al colegio hoy. Los quiero- agregó lazándoles un beso a ambos - ¡y no observen por la ventana! - ordenó. Conociéndolos, sabía que tan solo cruzar la puerta los dos mirarían y no sería muy difícil reconocer el coche de Freen - Buenos días- saludó a la morena tras acomodarse en el interior del automóvil-