Amo a mi familia

Capitulo 10:Una noche loca

—me tienen muy decepcionada.

Fueron las palabras que se escucharon en la sede de la familia de la justicia de parte de la diosa Astrea.

Normalmente Astrea utilizaba un tono de voz dulce y amable con los demás pero esta vez se notaba enojada, algo raro.

El lugar donde estaba era en la sala con ella de pie y el resto de la familia en los sofás o de pie observando con un poco de diversión a tres de sus compañeros que estaban de rodillas en el suelo con la mirada baja frente a Astrea recibiendo el regaño.

Ellos eran Lyra, Bell y Maryuu.

—no puedo creer que me hayan desobecido e ir a los casinos —dijo Astrea decepcionada.

—muy mal, eso esta muy mal —negó Alise en desaprobación aunque se notaba en su rostro que se quería reír.

—lo siento —susurraron los tres.

—de Lyra ya me lo esperaba —dijo viendo a la hobbit la cual sonrió nerviosa—. Pero de ustedes.

Astrea dirigió su mirada hacia Bell y Maryuu los cuales se sentían como unas hormigas frente a ella.

—jamás espere que ustedes dos también fueran a ese lugar, me tienen muy decepcionada.

—ugh —fue el quejido de dolor que salio de ambos al escuchar esas palabras.

Pero ¿Cómo terminaron en esa situación?.

Pues viajemos al día anterior.

Un día antes.

—entonces ese día me enfrente mano a mano con un Goblin durante una hora y ni siquiera tenía falna pero con esfuerzo logré derrotarlo —relataba Bell detalladamente un suceso del pasado.

—jaja parece que tenías muchas aventuras cuando eras un niño —rio Maryuu con diversión al escuchar tan loca historia.

Ambos estaban en la sala de la sede platicando un rato después de un día de patrullaje el cual estuvo tranquilo.

El resto de la familia estaban en el baño dándose una ducha o encerradas en su habitación y al estar solo ellos dos en la sala decidieron pasar el rato juntos charlando sobre cualquier tema.

Desgraciadamente el origen de sus futuros problemas entró a la sala.

—¿Que pasa familia? —saludo Lyra con su típica sonrisa astuta acercándose a ambos.

—hola Lyra —saludo Bell.

—tengo un mal presentimiento —susurro Maryuu.

—oigan ¿Estarán ocupados esta noche? —pregunto sentándose en el mismo sofá en medio de ambos.

—esta mañana Ardee-san me trajo el libro de Argonauta así que planeaba leerlo —respondio Bell.

—nada en especial —respondio Maryuu.

—¿No les gustaría ir a comer? Yo invito —dijo con una sonrisa amistosa.

—¿Tú invitando a comer? —preguntaron los dos al mismo tiempo mucho más extrañados.

—oh vamos, tampoco soy tacaña, son mi familia así que es obvio que quiera invitarlos a comer —dijo ofendida.

Solo esperaba que ambos le creyeran aunque afortunadamente para ella estaba hablando con los dos más ingenuos de la familia.

Bell era difícil de mentir pero bajaba casi toda su guardia cuando estaba con todas ellas así que era algo fácil engañarlo.

—¿Porque tanto interés en invitarnos a comer? —pregunto Maryuu curiosa.