Familia

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Lucy gray abrió los ojos temprano, sintiendo que el mundo le daba vueltas.
Se llevó las manos a la cabeza, y miró a Coriolanus a su lado, durmiendo plácidamente a su lado.

La noche anterior, se habían "desvelado" una vez más, ya era la tercera vez esa semana, y su vientre abultado ya estaba gritando un ALTO!

Trató de estabilizarse, y se levantó con dificultad lo más silencioso que pudo.
Se puso su camisón, y una bata qué Coriolanus recientemente le había comprado.
Era gris, y a Lucy gray le había encantado.

Ya vestida, se agarró de las paredes por los mareos, y como pudo llegó a la cocina y tomó un vaso de agua.
Y lo que creyó que calmaría su mareo, hizo todo lo contrario, las cosas comenzaron a darle más vueltas aún más rápidas, y logró sostenerse de él dasayunador antes de caerse.
Sentía la comida ya en la garganta, entonces caminó lo más rápido que pudo al baño, y en cuanto vio la taza, se inclinó y volvió a vomitar toda su comida.

Estaba vomitando cuando la abuelatriz se levantó a cantar, y la vio con el rostro en la taza.
-Ay no, niña! - grito la abuelatriz llamando a una criada con un vaso de agua, mientras ella sostenía el largo cabello de Lucy gray.
-Vamos, echalo todo de una vez. - dijo la anciana palmando a Lucy gray en la espalda.
-Abuelatriz, déjala. - dijo Coriolanus dándole el vaso de agua a Lucy gray, que apretaba su mano fuertemente.
-Tranquila cariño, termina. - le dijo Coriolanus mirándola afectado.

Pobre Lucy gray.

Después de vomitar tomaba una pastilla bebía agua, y los mareos y vómito parecía acabar.

Tiempo después, llegó otro síntoma.
-Lucy gray? - pregunto Coriolanus buscando a su esposa, a la que llevaba ya un tiempo buscando.
Entró a la cocina y la vio al fin.

Tenía ciruelas, huevos cocidos y un sandwich de ¿puré de papa?
Coriolanus la miró atónito.
-¿Que porquería estas comiendo? - pregunto él acercandose.

-Dejala! Son antojos de embarazada. - dijo Sejanus. ¿Que rayos hacía Sejanus ahi? Últimamente parecía que ya vivía ahí.
-Tenemos atun? - pregunto Lucy gray chupandose los dedos.
-Quieres que te lo busque? - pregunto Sejanus abriendo unos cajones.
-Si por favor. - dijo Lucy gray.
Sejanus buscó y lo encontró al fin.

-Dejame quitarle el caldito. - dijo Sejanus, pero Lucy gray se lo arrebató de las manos.
-No, gracias! - dijo ella, tomándose el juguito del atún.
-Lucy gray! - dijo Coriolanus asqueado.

Lucy Gray torció los ojos y se acercó a él refrigerador.
Sacó un pudin de chocolate y un pudin de pan.
-¿Que.. - pregunto Coriolanus.
Lucy Gray tomó más pan y puso una cama de atún sobre el, para después ponerle chocolate encima.

-Ugh Lucy gray! - grito Coriolanus sintiendo arcadas.
Sejanus la miró extrañado y se salió rápidamente de la cocina.

Otro día que salieron a comer, Lucy gray pidió una hamburguesa, un helado con mostaza, ketchup y jugo de los pepinillos.
Coriolanus se aterraba de su nueva dieta extravagante.
Comía mucho pescado con chocolate, papas picantes, sándwiches raros, y bebía solo jugo de naranja y té.

-Ese niño es demasiado extraño! - dijo la abuelatriz riéndose.

Otro día Lucy gray le pidió a Coriolanus una rosa, y comenzó a comérsela como el día que la conoció.
También le pedía pollo frito, litro y litros de mostaza y Ketchup y chocolates.

Su vientre comenzaba a sobresalir de su ropa, y cada día se hacía más visible.
Ya todos en la universidad (sus amigos) sabían que estaban esperando un hijo.
Y Lucy gray le pidió a Coriolanus qué les enviara a la bandada una carta con la noticia.

Y aparte que la abuelatriz se lo contaba a todo mundo.

Sejanus y Tigris apapachaban demasiado a Lucy gray ya que le cumplían todos sus antojos y caprichos, fuera lo que fuera.
A Coriolanus no le gustaba eso, a pesar de que le decían que si Lucy gray no lo comía el bebé saldria con cara de ese alimento.
Clemencia y Lisistrata le pidieron permiso a Coriolanus para ir a visitar a Lucy gray, cosa que a Coriolanus le encantó.
Sabía que Lucy Gray necesitaba amigas.

Y desde ese día, Clemencia y Lizzie comenzaron a hacer visitas frecuentes a Lucy gray.

Y un día, Coriolanus llegó de la universidad, y al abrir la puerta, vio a Lucy gray sentada con la abuelatriz mientras charlaban.

-Llegaste! - dijo Lucy gray acercándose a él ¿llorando?
-Que le hiciste? - pregunto Coriolanus abrazando más a Lucy gray que lloraba encima de él.

La abuelatriz se moría de la risa.
-Yo no le hice nada... Es cosa de sus hormonas. - dijo la anciana.
-¿Cómo? - pregunto Coriolanus acariciando el cabello de Lucy gray.
-Si! Los síntomas de un embarazo son, vómito, mareos, antojos, y extrema sensibilidad... Lucy gray ya pasó eso, y también comenzó con la comezón en su vientre. Necesita una pomada. - dijo la abuelatriz.

-Como que hormonal? - pregunto Coriolanus confundido.
-Esta llorando porque hace rato le dije que una rosa se me murió... Y también esta llorando porque se acabó su jugo de naranja. - dijo la abuelatriz riéndose.
Coriolanus miró extrañado a Lucy gray.

-Es que... ¿Porque se mueren? - pregunto Lucy gray llorando más, mientras la abuelatriz se reía.
Coriolanus se aguantó la risa y siguió consolandola.

-Ya, ve a recostarte en el sofá. - dijo Coriolanus sentándose junto a ella.
-Ven, dame tus pies y recuéstate. - dijo Coriolanus mientras ella subía sus pies descalzos y empolvados a su fino pantalón.

La abuelatriz se partió más de la risa.

-Porque tienes los pies asi? - le pregunto Coriolanus sacudiendoselos.
-Yo... Perdoname! Es que estaba descalza porque ya nada me queda! Y los zapatos me aprietan. - dijo Lucy gray llorando aún más.

Okey, era obvio que esa no era Lucy gray.

Coriolanus siguiendo limpiándole sus pies.
-Ya no llores, solo ten cuidado en donde pisas, no quiero que te lastimes.-dijo Coriolanus abrazandola.
-Si Coryo. - dijo Lucy gray sollozando.
-Cierto, me olvide de decirte que otro síntomas es que se hinchan tus tobillos... Y al parecer Lucy gray tiene todos los síntomas. - dijo la abuelatriz riéndose.

De pronto Lucy gray comenzó a reírse junto a la anciana pero a carcajadas.

-¿Ves? Simples hormonas. - dijo la abuelatriz encantada con Lucy gray.
-Este es su cuarto mes... Le tocará cita con el pediatra muy pronto. - dijo Coriolanus.
-Ese bebé estará demasiado sano. - dijo la abuelatriz segura.









Hola mis pastelitos de nata!
¿Cómo están? Les dejo otro capitulo más de esta historia 🙊
Espero que les esté gustando, y si es así no se olviden de votar y comentar.
Los quiero mucho mis pastelitos de nata! 💗🥮😘

una nueva vida junto a tiWhere stories live. Discover now