Mentira Por Omicion

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-Entonces... Te invitaron a una fiesta esta noche? - pregunto Lucy gray confundida.
-Si, habrá gente importante y como soy el nuevo vigilante... Me presentarán formalmente, y para eso te necesito.
Entonces, hoy necesitaré que me acompañes. - dijo Coriolanus poniendo el periódico encima de la mesa para mirar a Lucy gray.

-Y donde será? - pregunto Lucy gray.
-Una cena elegante, no se más querida...- dijo Coriolanus volviendo a su periodico.
-Usaré el anillo, tu también usalo. - dijo Coriolanus.

-Tu ya no lo usas? Yo siempre lo traigo. - dijo Lucy gray mostrando su mano.
-Es que me lo pongo en el trabajo. - dijo Coriolanus.

-Ah, claro, en fin, que tengo que usar? - pregunto Lucy gray.
-Negro. - dijo Coriolanus después de pensarlo bien.
-y quieres que use? Vestido... Falda? - pregunto Lucy gray.

-No lo se cariño, no soy tu estilista, y me da igual lo que te pongas... Siempre te ves estupenda. - dijo Coriolanus como si nada, pero Lucy gray se sentía por esos tratos.

-De acuerdo. - fue lo único que ella dijo, mientras bebía su jugo de naranja.

Y en cuanto Coriolanus se fue, Lucy Gray se duchó, y llamó a Tigris para que la ayudara a alistarse.

-Me encanta cuando tienes estas crisis de moda! - dijo Tigris llegando con muchos vestidos.
-Y a mi me gusta mucho verte! - grito Lucy gray abrazandola.
-Dime la ocasión y te daré algunas opciones... ¿Que te dijo mi primo de la etiqueta de la cena? -
-Solo me dijo negro. - dijo Lucy gray.

-Pues estas de suerte, porque ese color es muy fácil. - dijo Tigris sacando un lindo vestido.

- Te ves muy linda! - grito Tigris feliz

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- Te ves muy linda! - grito Tigris feliz.
-Enserio? Veamos si le gusta a Coryo. - dijo Lucy gray mirándose el vestido en el espejo, cuando Coriolanus entró a la casa disparado.
-Hola querido! Mira! - grito Lucy gray emocionada.
-Hola! Si, ahora te veo, solo dejame arreglarme y firmar unos papeles si? Ya vengo! - dijo Coriolanus sin despegar la vista de unos documentos.
-Si, esta bien. - dijo Lucy gray algo desilusionada.

Pero media hora después Coriolanus apareció también arreglado y la miró.
-Te ves exquisitamente elegante! - dijo Coriolanus mirándola rápidamente.
-Gracias! Tu igual. - dijo Lucy gray abrazándolo.
-Cuidado! No quiero arrugarme. - dijo Coriolanus palmando la espalda de Lucy gray.
-No seas exagerado! Te extrañe. - dijo Lucy gray volviendo a abrazarlo.
-Yo también, pero verás que pronto me desocupare y saldremos cenar o a bailar un rato, solamente tu y yo. - dijo Coriolanus.
-Esa idea me gusta. - dijo Lucy gray sonriendo.

En cuanto estuvieron listos, salieron hacia la fiesta.
Donde efectivamente todo era muy elegante, y la gente se veía adinerada.
A Lucy gray le parecía que el dinero tenía tanto olor en esa sala que le disgustaba.

Coriolanus no pudo sentarse junto a ella por el orden de las mesas, y cuando intentó hablar con las mujeres, pero estas la miraron mal y la ignoraron.

Lucy Gray se tragó la molestia, y salió a tomar aire.
Coriolanus lo notó, y se despidió de los hombres para llevarse a su esposa.

Todos lo entendieron perfectamente ya que estaba de luto.

Entonces llegaron a casa, y Coriolanus se fue a su oficina, mientras Lucy gray se fue a prepararse para dormir.

Después de un rato, Coriolanus también se preparó para dormir, pero cuando se recostó, volvió a rellenar unos papeles y documentos.
Lucy Gray no decía nada, solamente lo veía por el espejo de su tocador, poniéndose perfume y crema.

-Te gusta tu trabajo? - pregunto ella.
-Que? - pregunto Coriolanus.

-¿Te gusta lo que haces? Digo, si te la pasas todo el día haciendo eso, debes amar hacerlo, no? - pregunto Lucy gray.
-Me agrada, pero no lo amo... Y ya que regresamos temprano de la fiesta, tengo tiempo para hacer esto. - dijo Coriolanus.
-Siento haberte sacado de la fiesta. -
-No es nada... No quiero que te sientas incomoda. - dijo Coriolanus sin despegar la mirada de sus papeles.

Lucy Gray rodó los ojos.

-Ya basta de tanto trabajo. - dijo Lucy gray haciéndole puchero.
-Lo siento mucho amor... Pero esto es urgente. - dijo Coriolanus.
-Bien, entonce descansa. - dijo Lucy gray escondiendo bien su molestia.

Al día siguiente, Coriolanus fue a trabajar, y llegó al laboratorio de la doctora Gaul.
-Buenos días doctora. - dijo Coriolanus.
-Es un día genial para usted.
Escuche bien, el presidente Ravistil dejará pronto su puesto... Y lo recomendé como posible postulante ya que mi influencia tiene gran peso. -
-¿Que?! - pregunto Coriolanus atónito.
-Te postule para presidente... - dijo la doctora.

-Muchas gracias doctora!!! - grito Coriolanus.
-Si, solo le recomiendo que aun no se lo diga a su pajarita... Ya que he notado que aborrece tu trabajo. - dijo la doctora alimentando a sus mutos.
-Pero.. -
-Pero nada Snow, un presidente no debe tener debilidades. -
-Pero es mi esposa ¿cuando podré contarle?-
-Hasta que yo se lo diga. - dijo la doctora.
-Bien, pero que sea pronto, si? - pregunto Coriolanus haciendo reír a la doctora Gaul.

Así estuvo dos meses Coriolanus, escondiendole a Lucy gray sobre su presidencia.
Él de verdad quería hacerlo, pero la doctora le había dicho que no.
Y él dependía de esa mujer loca.

Pero llegaría un punto en que ya no podría esconderlo, ya que empezarían las elecciones, y el capitolio se llenaría de propagandas.

Coriolanus le preguntaba y preguntaba a la doctora si ya le podía contar a Lucy gray, pero ella siempre se negaba.
La doctora decía que era mejor no contarle nada aún.

Coriolanus se moría de ansiedad por contarle, hasta que se le ocurrió la idea de sumergirse en trabajo para ocupar su mente alocada.
Mandaba a Lucy gray a dormir temprano ya que la muchacha se le acercaba para dormir con él.
Extrañaba sentir su afecto para con ella.

Y sin notarlo, Coriolanus se alejaba poco a poco de ella.

Hasta que un día, Coriolanus fue a dormir temprano, y ella aprovechó.
-Coriolanus, ¿amas tu trabajo? - pregunto Lucy gray angustiada.
Coriolanus levantó la cabeza confundido.
-Me gusta, pero no lo amo. - dijo él volviendo a sus papeles.
-Pues a mi me parece que si lo amas. - dijo Lucy gray.
-Pues no. - dijo Coriolanus.
-Es que ya no pasas tiempo conmigo... Si lo amas y ese amor esta sobrepasando a mi. - dijo Lucy gray.
-No lo amo - dijo Coriolanus molesto.
Lucy Gray rodó los ojos, y le quitó los papeles de las manos.

-Ámame a mi. - dijo ella.

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