Marioneta

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-y se acercó a él.

-Entonces... Ámame a mi... - dijo Lucy gray subiéndose encima de él para besarlo.
Coriolanus dejó sus papeles en su mesa de noche, se río y le dio la vuelta besando su cuello.

-Mañana querida... Tengo trabajo. - dijo Coriolanus levantándose, y enseñándole sus papeles.

Lucy Gray lo miró atónita recostada de lado en la cama.
-Coriolanus, te das cuenta de que ya no vienes a cenar a casa... Ya ni siquiera me haces el amor desde que entraste a ese tonto trabajo? -
-Se supone que mejorarías los juegos del hambre para bien, y que en un futuro los cancelarían, pero te he visto hacer todo lo contrario... Ya no me cuentas nada!-dijo Lucy gray molesta levantándose de la cama.

-Lucy gray, querida, no te olvides que yo te consulte antes de aceptar ese "tonto" trabajo... Y sobre los juegos del hambre, eso tomará tiempo. - dijo Coriolanus sin mirarla si quiera.
-¿Ya no me deseas? Tienes a otra seguramente. - dijo Lucy gray tomando su bata.
-No hay otra mujer, Lucy gray. - dijo Coriolanus cansado.
-Entonces mírame! - grito Lucy gray quitándose la bata y bajándose el camisón.
-Te estoy mirando! Pero tengo trabajo y no puedo desvelarme! - le dijo Coriolanus.

-Te desvelas trabajando pero para mi ya no tienes tiempo? - pregunto Lucy gray molesta.
Ya no había lágrimas.
-Estas siendo injusta. - dijo Coriolanus.
-No, tu eres el injusto... Yo solo estoy pidiendo un poco de atención de mi esposo, y si tu no me la das... No quiero estar contigo. - dijo Lucy gray poniéndose de nuevo su bata y saliendo de la habitación.

Coriolanus la miró molesto, y lanzó todos los papeles al suelo lleno de furia.
Se levantó rápidamente de la cama y la siguio.

-Lucy gray. - la llamó.
-Lucy gray baird! - grito Coriolanus pero ella seguía sin responder.
Hasta que la vio entrar a la habitación de los invitados.
Caminó hacía ella dando grandes zancadas y abrio la puerta y se encerró con ella.

-Vete de aquí, ahora yo dormiré aquí. - dijo Lucy gray metiéndose a la cama perfectamente doblada.
-No, vengo a hablar contigo. - dijo Coriolanus.
-Y que me dirás? Me contarás más sobre la doctora Gaul? Oh es cierto! Ya no me cuentas nada sobre tu maldito trabajo! - grito Lucy gray acostandose en la cama.

Coriolanus se sintió terriblemente culpable, aún no le contaba lo de su presidencia.
-Aún no te lo puedo contar, pero pronto lo haré. - dijo Coriolanus.
-Coriolanus soy tu esposa! Se supone que deberías confiar en mi!
Y...sabes que la confianza es todo para mi - dijo Lucy gray cubriendo su rostro cansada.

-Y si tu ya no confías en mi... Ya no le veo caso a que sigamos juntos. - dijo Lucy gray levantando la mirada hacia él.
-Claro que confío en ti! - dijo Coriolanus tomando su mano.
-Pues yo no lo veo. - dijo Lucy gray.
-Lo haré, de verdad que te lo demostraré! Solo dame unos días porque necesito hablar con la doctora Gaul. -
-Ves? ERES SU TONTA MARIONETA! - gritó Lucy gray.

-NO SOY SU MARIONETA! - grito él.
-Si lo eres... Y te pido que te vayas. - dijo Lucy gray.
-Bien, quieres saberlo ahora sin nada concreto? La doctora me está ayudando a ganarme a gente importante. - dijo Coriolanus.
-Y porque no me lo dijiste?!! - grito Lucy gray.

Coriolanus sabía que esa no era completamente la verdad, pero solo salió eso de su boca.

-No lo sé! Es solo que es obvio que no te gusta mi trabajo. - dijo Coriolanus.
-No, no me gusta porque es moralmente malo, y me está robando a mi esposo. - dijo Lucy gray.
-Lucy gray, soy tuyo en cuerpo y alma.
Todo lo mio es tuyo! Yo te pertenezco como dijiste ese día bajo ese árbol en el doce.
Tu eres mía y yo soy totalmente tuyo.
Seguimos escritos en las estrellas,¿no? - pregunto Coriolanus acercándose a ella.

-Quiero verlo, muéstrame que sigues siendo mio. - dijo Lucy gray triste.
-Claro que lo haré... Y te diré, que se pudra el maldito trabajo. - dijo Coriolanus acercándose a besarla desesperadamente.

Lucy Gray lo tomó del rostro acercandolo aún más a ella... Aprovecharia qué lo tenía solamente para ella.
Coriolanus la levantó y la recostó en la cama como una princesa.
-Que romántico. - le dijo Lucy gray sonriéndole, pero Coriolanus la calló con un beso.

Todo estaba siendo perfecto, Coriolanus estaba compensando totalmente la falta de hacer el amor.
-Creo que mejor esperare el tiempo que sea necesario para que me lo compenses. - dijo Lucy gray tratando de recuperar el aliento.
-Eres preciosa... - dijo él besando su cuello.

Cuando Coriolanus era más brusco Lucy gray se aferraba fuertemente a él tratando de no hacer nada de ruido.
-Creo que si podemos hacer ruido... Este cuarto tiene paredes de mármol. - le dijo Coriolanus en el oído.
-genial. - dijo Lucy gray cerrando los ojos dejándose llevar.

Estuvieron juntos toda la noche y en la mañana se levantaron temprano para dejar todo en su lugar.
-Ten, mete esa almohada ahi. - dijo Lucy gray lanzandosela.
-Asi estaba? - pregunto Coriolanus.
-Creo que si, pero ya vámonos. - dijo Lucy gray tomándolo de la mano, mientras se regresaban a su habitación como dos adolescentes tontos y bobos.

Fueron a desayunar y de inmediato regresaron a su habitación.
-Bueno, los criados se sentirán bien al no necesitar recoger la habitación. - dijo Lucy gray riéndose.
Se metieron a la ducha juntos rápidamente, mientras Lucy gray lo hacía reír con sus pasos de baile extraños.
-Estas marcada. - le dijo Coriolanus mirando marcas desde su cuello hasta su abdomen con la pequeña cicatriz de su operación de su aborto.
-Si, pero valió la pena. - dijo Lucy gray rodeando el cuello de Coriolanus bajó la regadera.

-Más me valía, ¿no? - pregunto Coriolanus besándola.
-El maquillaje es mágico cariño. - dijo Lucy gray besándolo.
-Entonces démosle buen uso. - dijo Coriolanus cerrando la regadera.
-No, dejala... Imaginemos que es lluvia. - dijo Lucy gray.
-Nos vamos a caer querida. - le dijo Coriolanus riendo.
-No, tu eres muy fuerte. - dijo Lucy gray besándolo.

Salieron de la ducha un rato después y se vistieron rápidamente.

-Coryo? Quiero comprar velas aromáticas. - dijo Lucy gray mirandolo.
-Si claro, también trae chocolates y cómprate algo lindo, iremos a cenar un día de estos. - le dijo él mirándose al espejo.
-De donde tomo el dinero? - pregunto Lucy gray.
-Tomalo de mi billetera. - dijo él.

Lucy Gray tomó su billetera y vio una fotografía suya adentro.
-¿Llevas una fotografía mía en tu billetera? - pregunto Lucy gray enternecida.
-No quiero dejar de mirarte. - le dijo él girandose a mirarla a los ojos.
-Yo igual me quiero tatuar tu bello rostro. - dijo Lucy gray besándolo.
-Prepárate para cuando vuelva... - le dijo Coriolanus.

-Te espero con ansias. - le dijo ella.
-Perfecto... Pero ahora debo irme ¿si? Te amo! - dijo Coriolanus saliendo de su casa rápidamente.

Lucy Gray sonrió bobamente, y le avisó a la abuelatriz qué saldría.

Caminó hasta un centro comercial, compró las velas los chocolates y un lindo vestido dorado.
Se dio prisa para que Coriolanus no llegaré antes que ella.
Iba caminando, cuando una chica pasó a su lado, y la tomó de la mano.

-Lucy gray! - grito Clemencia abrazandola.
-Hola Clemmie! - dijo Lucy gray sonriendole.

una nueva vida junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora