16 ━ 𝐓𝐚𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐭𝐞́ [𝐑𝐞𝐯𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧]

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Sí, había sido idea de ella que se conocieran más. Ella dio la sugerencia de contarse más cosas. Como su pasado, experiencias, cualquier cosa.

Claro que sí, se lo había dicho para poder tomarse en serio sus pases, y quizá conectar más. Ya que los últimos días ni siquiera se habían dirigido la palabra.

Con algo de ansiedad, empezó a mover su pie derecho desesperadamente.

Sus pensamientos hacían un rompecabezas en su cerebro.

La noticia de su casamiento seguía fresca en su cerebro. Era como oír un eco infinito rebotar por toda su cabeza. Como un pensamiento fugaz que se va apagando y vuelve a encenderse con más fuerza.

El té se estaba enfriando. Lo sabía por la temperatura de la cerámica que tenía entre las manos.

Además, el humo había dejado de salir. Ahora solo estaba tibio y cálido.

Estar en la fría sala la hacía sentir mal. Como si la soledad quisiera arroparla y enfriar su cuerpo.

—¿Lila?

—¿Uh?

Volteó a ver a Félix, quien la observaba extrañado.

—Te fuiste a otro mundo, así de la nada... ¿Te pasa algo? —Preguntó, confundido por su actitud.

Lila negó, mientras espabilaba. Seguía procesando todo lo que ocurría, y no era para menos.

Félix asintió con desconfianza, y se propuso a beber de su taza de té.

Lila, por su parte, ya no quería tomar más. Había pasado toda la noche de ayer bebiendo té, beber ahora en la mañana se le hacía repugnoso.

Relamió sus labios, dispuesta a dar el primer paso. Porque Félix no lo haría. Y, aunque eso estaba bien, se le hacía muy difícil tratar de conversar con él.

—Al parecer te gusta mucho el té —expresó ella, mientras reía un poco.

—Sí —Respondió secamente Félix, para luego beber de su taza. Lila mordió su lengua al sentir tan áspera respuesta.

Fue tan tajante que la hizo arrepentirse de su pregunta.

Felix, al notar la expresión de Lila, suspiró.

No era su intención hacerla sentir mal. Realmente se estaba esforzando, pero, era duro todo por lo que pasaba.

—Sí, me gusta mucho... —Murmuró —. Mi tía Emilie dice que el té es mejor que el café —recordó —. Por eso lo tomo siempre... Me ayuda a calmar mis nervios.

« Te ayudará a ti » pensó Lila, asintiendo suavemente.

Se puso a reflexionar. No sabía mucho sobre la familia de Félix. Solo sabía que su madre y su padre eran empresarios y que sus tíos eran los padres de Adrien.

Nada más. Félix para ella, era un misterio. Un oscuro mundo que jamás había explorado.

Era nada más que un enigma.

—Oh, ya veo —Respondió, sonriendo levemente —. Yo prefiero el café... Pero supongo que el té es mejor para la salud —añadió, aún sonriente.

Y sí, moría por tomar una taza de café justo en ese instante.

Él sonrió un poco, y luego dirigió sus orbes verdes a los marrones de ella.

—En fin... —contestó Félix, dejando la taza en la mesa. Él también debía colaborar si quería que la conversación fluyera —. Dime, Lila... ¿Con quién vivías? Ya sabes, antes de... Esto.

• El Reto De Los Días: FALSOWhere stories live. Discover now