Capítulo 8

253 35 2
                                    

Temprano en la mañana grace y yo estamos en el hospital, estoy temblando y no dejo de mover las piernas. Tenemos el turno siete y trato de contener las lágrimas. Grace busca un café para ella y a mi me lleva un chocolate caliente, pero al darme el primer sorbo siento las ganas de vomitar y corro al basurero.
—creo que es un hecho amiga— me dice y lloro en sus hombros. Las personas pasan y ven como de mis ojos brotan lágrimas, pero aquí a nadie le importa tu vida nadie se va acercar para preguntarte porque lloras.
Una enfermera viene con un diagnóstico y se acerca a nosotras
—¿aurora robles?— asiento y me levanto
—la siguiente es usted en cuanto el señor pase— asiento nuevamente y el teléfono de grace suena, pero dice desconocido ella se levanta y me hace seña para que me quede ahí la veo perderse en el pasillo y bajo un poco la cabeza jugando con mis pies por la ansiedad. Alguien pasa frente a mí su perfume es suave y se siente demasiado caro. Siento que alguien se sienta al lado mío y volteo mi cara para ver quien es y mis ojos de aclaran a mas no poder era Duncan.

***
Estaba tan desconcentrado desde que tuve con Aurora aún recordando sus besos y gemidos, él suave aroma de su piel y su piel tersa y suave sin olvidar lo tierna que es. Tuve que irme de viaje por dos semanas y mientras no estaba dejé a uno de mis hombres vigilándola. Era cierto que estudiaba en Harvard y también donde trabajaba y vivía. Aparte de hermosa es tan sincera. Me moría por verla no puedo recordar cuantas veces me masturbe recordando su cuerpo y como gemía en mi oído. De recuerdo corte la sábana que se había ensuciado de sangre cuando la hice mujer y me mordía el labio inferior cuando lo recordaba.
Había estado con tantas mujeres de todas formas y colores, rubias, morenas, blancas, negras jajajaja no acabaría. Pero ella ha sido la única en su clase. No se si es su cabello largo y sedoso, su esbelto cuerpo o lo tierna y vergonzosa que es; tal vez es cuando se sonroja si le haces un cumplido o puede ser tal vez lo deliciosa que sabe. Aún me da risa recordar todo nuestro diálogo, pero me molesta que nunca recibí su llamada aunque le envié mi número.

Mientras pienso en tranquilidad voy camino a un almacén, es ahí donde negociamos para que nadie nos vea o donde alguien sale muerto, pero hoy tengo asuntos que hablar con un viejo colega.
Salgo del vehículo y me pasan unos guantes en piel, me cubro la boca y nariz dejando solo mis ojos y dejo que el cabello me caiga en la frente me coloco un anillo que usamos todos los Dí marco y entro al lugar con un bate en la mano y cuatro hombres detrás de mí. Al frente de mi hay un hombre de aspecto nervioso con los ojos vendados, los brazos atados y esposas a cada lado de sus pies, sentado en una silla
—vaya vaya, no puedo creer a quien tenemos aquí—muevo la cabeza para que le quiten la venda de los ojos y me mira con ojos muy abiertos
—no hablaste con mis hombres ¿quieres hablar conmigo?—
—no hice nada malo para que me tengan aquí atado- sonrío con los ojos y me acerco a él como si nos fuéramos a besar
—ja ja ja perdí tres cargamentos de armas que la fbi ahora tiene por tu culpa y dices que no hiciste nada? ¿Sabes cuantos millones perdí? Matarte no será suficiente —
—solo hago lo correcto, para eso me entrenan para acabar hijos de puta como tú— le di un puñetazo con el anillo en mi dedo abriéndole una herida en la ceja donde inmediatamente la sangre empezó a bajar y respiraba profundo
—no me mires con esos ojos así, me asustas—empezó a removerse en la silla y con una pistola le apunté en la frente
—¿dime quien está a cargo?— pero me escupió
—aaahhh!— grité y uno de mis hombres me pasó un pañuelo —¿que puto asco preferiría que me metieran diez tiro antes que un wey me escupa ¿quieres arruinar mis ojos verdes?— me di la vuelta y le di con el bate en su rodilla izquierda logrando que grite y tiemble de dolor
—¡ups! Creo que no tendrá arreglo— lo miró con asco
—te lo volveré a preguntar ¿quien es tu jefe? La FBI nunca ha sido tan inteligente y yo siempre estoy un paso antes que ellos por lo tanto hay un infiltrado de la mafia en la fbi y ese eras tú, por lo tanto me vas a decir para cual familia trabajas porque ellos me jodieron esas embarcaciones— pero el maldito no se dignaba a hablar y empezó a hablar en francés haciéndome la vida imposible y colmando mi paciencia. Caminé hacia una esquina que tenía escombros viejos y tomé algo lleno de moho y puntiagudo y se lo traspasé por el ojo, sus gritos fueron suficientes para llenarme de alegría y toda la sangre caía al piso salpicándome, me baje la mascarilla para que vea mi rostro y le sonreí
—te sorprende porque soy joven o por qué nunca imaginaste que alguien como yo te mataría? Jajaja lo sé, pero ya se que no vas hablar por lo tanto eres de los Russo, ninguno habla mejor mueren antes de delatarse entre ustedes. Por lo tanto vete al infierno y tranquilo todos ellos te harán compañía, te lo prometo— caminé fuera del círculo y mis hombres le dieron veinte tiros.
Como advertencia le envié tres dedos de él a los russo en una hermosa caja y el cuerpo fue tirado al mar. Las cosas que usé ropa y todo lo demás lo quemé.

Al llegar a la casa donde me hospedaba uno de mis hombres toca y le digo que pase
—señor tenemos información acerca de la señorita— me acomodó y le pregunté
—¿que sucede?—
—sufrió un desmayo en la universidad y le dieron unos días libres para que vaya al médico a hacerse exámenes—
—preparen el avión, partimos ahora mismo a Estados Unidos.

¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18Where stories live. Discover now