Capítulo 13

238 29 1
                                    

Llegó a casa de mi padre, tiene una esposa no muy agradable para mí, su voz me parece chillona y por todo hace un drama. Aunque siempre busca la manera de querer ser amable conmigo no se porque razón, ya le he dejado claro que no me interesa ser cercano a ella. Es quince años menor que mi padre técnicamente podría ser mi hermana.
Al llegar ella me recibe con una sonrisa estúpida
—bienvenido Duncan— y la miro sin ganas y le devuelvo el saludo. Dos de mis hombres vienen detrás de mí y ella me sigue el paso no se que quiere de mí
—¿que quieres Julieta?— ella se detiene y siempre se viste como una señora, no se si finge que quiere a mi padre, pero me da igual, que haga su vida como le plazca
—¿quiero saber qué pasará con tu compromiso con jazmín?— abro un poco la boca y frotó mi ojo izquierdo
—¿que tienes tú que ver con eso? ¿Acaso mi padre te colocó de anfitriona o te dijo que tú tratarás de convencerme de algo? Acuérdate cuál es tu lugar— pero mi padre llega justo en ese momento y la braza
—su lugar es ser la señora de esta casa Duncan, no te permito que le hables así a mi esposa cuando solo quiere ser amable contigo— doblo el cuello y de forma despectiva le respondo.
—dile a tu querida esposa, que mantenga su nariz alejada de lo que no le importa, mi vida es privada y para tu información desaste de la tonta idea de creer que me voy a comprometer con Jazmín Wilson—
El me mira con desagrado estaba bastante acostumbrado a esa mirada vacía y llena de enojo cuando no hacía lo que quería
—teníamos un acuerdo ¿lo olvidas? ¿Que cagada pretendes que le diga a su padre?— levantó los hombros
—invéntate cualquier porquería y anula ese estúpido compromiso Gino, no es mi problema yo nunca te dije que aceptaría tal mierda—
—te dije que quiero un nieto Di marco— me reí falsamente
—Ya te cumplí el deseo PAPI— ambos me miran con sorpresa y camino dejándolos con la boca abierta. Escucho que le dice a su esposa que va hablar conmigo y me toco la nariz cuestionándome por haberme adelantado a dar la noticia, ahora tendré que pensar cómo deshacerle eso de la cabeza porque se que querrá hacer lo imposible por ir a mi casa para conocerla si no la presento antes de tiempo.

—¿quiero que me expliques de que estás hablando?-pero ya no había vuelta atrás, nada se le salía de la cabeza.
—vas a mantener tu boca cerrada papá, porque no voy a decirle a nadie que seré padre ¿te queda claro?- refunfuña molesto y niega
—quería un nieto, no que te revuelques con cualquiera para tenerlo— me molesto y lo observé fijamente
—cuidado con lo que dices Gino, tienes el mal hábito de usar esa lengua persuasiva para escupir veneno, no la quieras perder antes de tiempo— tomó una pistola y me apunto en la cabeza.
Mis hombres y los de él también se apuntaron. Agarre su mano con fuerza y me pegue mas la pistola a mi frente
—dispara Gino, mátame— la adrenalina me hacia desear cosas locas porque no sabía cómo drenar mi ira. Pero mi teléfono sonó y tuve que parar la diversión
—julian, ¡hmm! ¿Ya despertó? Que coma lo que quiera y que haga lo que se le antoje, trátala con mucha delicadeza—
cuelgo y arrebata su mano y hace seña para que bajen las armas. Dobló la cabeza
—¿quien es ella? ¿Cuando la voy a conocer?— suelto una risa mientras me recuesto y paso la mano por mi nariz, hago un chasquido con mis dedos y al minuto me sirven un trago seco de whisky
—no es momento para eso, esperaré a que su vientre esté más abultado, no quiero que ninguna emoción la lastime ni a ella ni a mi hijo— deja de apuntarme y espeta.
—estás siendo exagerado— hago un gesto de desagrado acompañado de una risa falsa.
—jajajaja, no quiero que mi hijo sea parte de esta basura llamada mafia, de hecho anhelo que sea una niña— él hace un gesto molesto como si lo que dije era una locura
—te gustaría romper años de traducción, te encanta ser el mal ejemplo— suspiro y me acerco más
—no me interesa que esta mierda continúe después que me muera, a ti tampoco debería interesarte total, después que estés en el infierno nada debería importarte más que tu propia alma en pena y llantos Gino— cruza sus dos manos clavando sus codos en la mesa.
—¿tanto deseas que me muera? ¿Por qué no me has asesinado?— me doy un trago y le respondo
—¿para que Gino? ¿ensuciarme las manos con mi propio padre? ¡iiuu que asco! ¿crees que iremos al cielo después de todo lo que hemos hecho y toda la sangre que hemos derramado? ¿Dejarías la mafia y te irías a la iglesia para redimirte Gino?—
—vaya, conoces algo de Dios— muevo mi pierna que está encima de la otra
—mi madre me leía la biblia antes de que muriera por tu culpa— eso lo enfureció
—te dije que yo...— lo mande a callar
—vine para hablar de los próximos cargamentos, no me interesa seguir hablando de esto—

El tiempo pasó y Duncan salió de la casa de su padre, pero de tal palo tal astilla
—tenemos que hacerle una visita a mi querida nuera- a quien había embarazado su hijo, debió ser una mujer demasiado espacial para que actúe tan sobre protector con ella.

Mientras voy en la carretera el teléfono de ella suena, lo saco de mi bolsillo el número no está registrado, pero no tomo la llamada reviso sus redes sociales no hay nada que la perjudique ni siquiera usa contraseña en su teléfono
~una mujer como tú ¿cómo termina con un hombre como yo?~ pienso
~pero ya no te puedo dejar ir, estoy obsesionado y me uniste a ti para siempre~
Paso mi mano por mis pantalones mi pene había hecho de las suyas.
Le digo al chofer que se detenga en algunas tiendas y le compro cosas. No se cual es su talla, pero podía apostar que era médium, la recuerdo detalladamente.
Entro a una farmacia y compro lo que el doctor me indicó, sus vitaminas y veo un libro «cuidados de una embarazada» lo tomo y mientras uno de mis hombres carga las bolsas yo voy leyendo
1• una mujer embarazada no debe bañarse con agua caliente, esto podría elevar la temperatura de su cuerpo y puede dañar el bebé (feto) en su desarrollo especialmente en las primeras semanas.
Me parece interesante. Subo al vehículo y voy directo a casa.
—buenas noches señor Di Marco, la señorita está su habitación, permítame ayudarlo con las bolsas—
—no te preocupes— las tomo y las subo sobre la cama, entro al baño y no se da cuenta, me siento en un pequeño banco y la observo unos minutos, antes de que se de cuanta que estaba ahí.

¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18Where stories live. Discover now