Capítulo 38

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Termino mi papeleo con el padre de mi prometida, tenemos una cita para mañana, no fue fácil conseguirla, pero el dinero mueve montañas. Mientras vamos de vuelta a casa él me dice que nos detengamos en un taller para buscar su carro que lo estaban reparando.
—espere aquí— le hago caso y me quedo observando, los mecánicos se quedan viendo el vehículo y desde aquí puedo ver que le hacen preguntas acerca del coche, pero él simplemente agita su mano sin dar explicaciones y entra a la caja supongo. Después de un tiempo sale y nos ponemos en marcha hacia la casa, el señor se estruja las manos está algo ansioso
—¿pasa algo señor Alberto?—
—no, para nada no se preocupe— tal para cual
Aurora, pueden tener la forma de conseguir lo que quieren, pero les gusta conseguir las cosas por su propio esfuerzo
—ya veo a quien se parece aurora— él ríe un poco
—ella es como usted, no le gusta molestar no pide nada, no exige nada todo lo que tiene es por mi propia causa ¿puede usted creer que nunca me ha dicho que quiere ir de compras? Como generalmente las mujeres hacen jajaja—
—la educamos con ese concepto de que no es bueno recibir cosas sin esfuerzos, ella es una buena hija y se que será un excelente madre, por eso le pido señor Duncan, que si un día usted se cansa de ella o tienen algún problema y tienen que separarse, devuélvamela que no sufra la recibiré como cuando nació con todo mi amor a ella y a mi nieto— apreté el volante y trague grueso respondiéndole
—jamás voy a dejar a su hija señor Alberto, jamás— él asiente tranquilamente y terminamos por llegar a casa.
Entramos y huele muy bien lo que es tan preparando, pregunto a la señora aura por aurora y me dice que está tomando una siesta, sonrío traje para ella una bolsa chocolates.

Camino en dirección a la habitación y abro la puerta, está algo oscuro, pero veo la silueta de aurora sentada en la cama frunzo el ceño y toco el interruptor para encender la luz y cuando lo hago nuestros ojos se miran fijamente ha llorado mucho y trato de acercarme, pero me detiene

—no des un paso más hacia a mí Duncan— sobre la cama veo mi pistola y dinero y el teléfono satelital había olvidado sacar esa mierda de mi maleta y maldigo internamente porque esto puede generar una maldita duda justo un día antes de casarme.
—déjame explicarte, no es lo...— pero no me deja continuar y lágrimas se deslizan por sus mejillas.
—¿que diablos me vas a explicar? ¿Hay algo que yo deba saber ahora?— me acerco sin importarme que me dijo que no diera un paso más hacia ella
—¡QUE NO TE ACERQUES MALDITA SEA!— nos tocan la puerta
—¿aurora que sucede?— y ella se tapa la boca
—m-mamá, estoy bien e-es que Duncan y yo estamos jugando, lo siento por asustarlos—
—recuerden el embarazo, no es bueno que te alteres aunque sea riendo—
—si mamá, lo tendré en cuenta— doy otro paso y toma la pistola rápidamente y me apunta con ella mientras la sostiene con ambas manos, le sonrío por lo inocente que se ve ni siquiera la sabe agarrar.
Doblo el cuello y se que en este momento como la estoy mirando la hace temblar
—¿quieres matarme sin una explicación amor?— ella habla desde su enojo.
—¿quien eres realmente? ¿Con quien me estoy involucrando?— sus manos tiemblan y me encanta como se ve de abultado su vientre bajo.

Me acerco por completo y me siento en la cama, la pistola queda justo en mi frente y siento el frío del hierro justo en el medio de mis cejas y despacio le pregunto.
—¿no sabes quién soy aurora? ¿Cómo puedes olvidarme de la noche a la mañana?— sus manos tiemblan tanto que siento que jalara el gatillo sin querer y sus labios por igual.
—¿en serio vas a dispararme? ¿Dejarás a mi hija sin papá? ¿Quieres ser viuda?—
—te hice una maldita pregunta Duncan, respóndeme ahora y deja de hablar estupideces— sonrió ligeramente y la incito a tirar del gatillo, se que no lo hará pese a que la pistola tiene diez balas.
—tira del gatillo— sus ojos se agrandan y me habla enojada tratando de amenazarme.
—lo haré si no me dices quien eres tú— se que no hará nada y si lo hace esparcirá mis sesos por toda la habitación, de hecho no me enojaría yo también me llenaría de mucho odio si alguien me mintiera como yo a ella.

¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu