Capítulo 10

259 36 5
                                    

Volvemos al vehículo y le pido al chofer que se detenga en una reposteria que había cerca que me gustaba mucho, él se detiene y nos quedamos esperando, alguien toca la puerta con una caja el hombre que está en el copiloto toma la caja paga y nos volvemos a poner en marcha. Extiende su mano y me entrega la caja y la colocó en sus piernas ella me mira sin entender
—es para ti, disfrútalo— y cuando la abre sus ojos se aclaran cómo un bebé
—¿por qué compraste un pastel entero?— su amiga ríe y ella le da un codazo
—no es gracioso— ella le dice que admita que si y resopla.
Mientras vamos al hospital come el pastel y no evita el gemido del disfrute y abre los ojos mientras la observo con una sonrisa poco pronunciad y se sonroja avergonzada.

Al llegar al hospital el chofer abre la puerta su amiga sale del coche y ella también, pero al hacerlo vomita sin contenerse grace la ayuda y me acercó rápidamente y me colocó a su altura
—qui-tate, es vergon- buaaaa— uno de mis hombres se acerca con servilletas y se limpia, grace la ayuda a recomponerse y caminamos en busca de los resultados.
Pasamos con el doctor los tres el nos saluda amistoso
—aquí podemos ver que la señora aurora está embarazada, muchas felicidades— su cara es como un cristal cuando se quiebra y llora desconsoladamente trato de tocarla, pero me aleja de ella
—esto es tu culpa déjame— y se levanta de la cama y sale grace sale tras ella y niego el doctor no logra entender, pero le pido que continúe
—¿algo más doctor?— él asiente
—si, la señora tiene un poco de anemia y necesita sus vitaminas prenatales, ácido fólico para el desarrollo del cerebro del bebé, tiene que tener sus chequeos mensuales para ver que todo vaya en orden y le recomiendo que en dos semanas procedan a una ecografía para escuchar los latidos y ver cuánto tiempo tiene— termino de hablar con el doctor y camino hacia afuera, pero mis hombres me dicen que ellas pidieron un taxi y se fueron haciendo que me enoje demasiado.
—vamos a su casa— nos ponemos en marcha hacia su casa y mi papá llama
—padre, tuve que venir por una emergencia personal, no pude sacarle ninguna información, pero es de los Russo eso estoy seguro. De igual forma hablamos más tarde—
Cuelgo y nos estacionamos fuera de su casa. Subo las escaleras y tocó la puerta, grace nos abre
—Duncan— y se asusta, pero me deja pasar.
Todo el lugar es pequeño y poco acogedor no se puede criar un bebé aquí. Al verme corre al baño y cierra la puerta
—aurora, compórtate como una mujer y hablemos del bebé—
No me responde y observo su habitación, grace trata de hablarle para que salga, pero no nos responde
—me sentaré aquí en tu cama hasta que salgas— abre la puerta y sale. Tiene los ojos hinchados y me cruzo de brazos mirándola
—empaca lo necesario o si quieres no empaques nada, vamos para mi casa allá estarás más cómoda y el doctor de la familia te atenderá, además tienes anemia y hay que fortalecer tu sistema no quiero que te deshidrates por estar vomitando tanto— pero ella empieza a reír y luego me mira y me ve muy serio
—no iré a ningún lado contigo, sobre mi cadaver— suspiro —tienes a mi hijo en tu vientre y no lo voy a poner en peligro así que te vienes conmigo por las buenas o por las malas ¿como deseas?— grace le habla
—aurora, vete— ella la mira atónita —¿estás loca? Que le diré a mis papás, la universidad, mi trabajo yo...— la miré y le hablé
—¿cuando quieres ir con tus padres? Te puedo llevar en mi avión privado y hablamos con ellos, sobre la universidad, pagaremos para que tus clases sean privadas en casa y no tengas que tener ningún tipo de estrés, para que tu embarazo sea tranquilo y feliz a mi lado como el papá responsable que soy— pero grace agranda los ojos y le grita.
—estás loca aurora, este hombre es para ti— ella se enoja más y le reprocha
—todo no es dinero grace, me siento tan avergonzada, quien carajos queda embarazada en su primera vez con un desconocido—
Me acercó a ella y la abrazo con dureza sin ser duro
—estoy feliz con este bebé, estoy demasiado feliz así que deja de arrepentirte no tienes que avergonzarte de absolutamente nada, mejor piensa en como quieres que sea nuestra boda— sus ojos se agradan tanto, la impresión es demasiada para ella y trata de removerse
—yo no siento nada por ti, no se quien eres, no quiero vivir esa vida— toco su mandíbula y depósito un beso
—prometo enamorarte en nueve meses y poco a poco nos iremos conociendo—

Y sin mas recoge algunas cosas se despide de grace y uno de mis hombres la escolta al coche. Antes de salir de la casa hablo con su amiga
—cuando ella quiera verte me pondré en contacto contigo— ella no entendió y la mire seriamente
—no tendrá celular por un largo tiempo—
—¿que? ¿Estás demente?— le paso una tarjeta de crédito
—toma, úsala para tus gastos, en ella hay quince mil dólares, no los desperdicies— y me marcho dejándolo boca abierta.
Bajo al carro ella se queda mirando sus dedos jugando con ellos
—¿que hablabas con grace?— la miro y le levantó la cabeza
—le dejé algo de dinero para que siga viva, siento que ella es algo desequilibrada— me da una pequeña sonrisa y nos ponemos en marcha, le entrego los resultados de los exámenes y suspira. Su teléfono suena y veo que son sus padres suspira y abre la video llamada
—hola papá, hola mamá—
—cariño, ¿cómo estás? ¿Ya te sientes mejor?—
—si mamá, ya estoy mejor—
—¿te hiciste los exámenes?—
—si—
—recuerda llevarlos en tres días a la universidad, te amamos, pórtate bien y no hagas nada incorrecto.— cuelga el teléfono y llora la deslizo hacia mí y le doy un beso en la cabeza
—no te preocupes, tú estás a mi lado ahora.

¿ME ENAMORÓ EN NUEVE MESES? +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora